Autorretrato de Sofonisba Anguissola y Retrato anónimo de Marta Tana de Santena
Corre el año 1558
El rey prudente, Felipe II, acaba de quedar viudo de su segunda esposa, María de Inglaterra, más conocida como María Tudor [1516-1558], con la que apenas ha convivido. Soberana de Inglaterra e Irlanda desde 1553, María, única hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, había contraído matrimonio en 1554 con el heredero de la corona española. Aunque se trataba de un matrimonio de estado, cuenta la crónica que María declaró haberse enamorado tras haber visto el retrato del novio pintado por Tiziano, ahora en el Museo del Prado.
Felipe y María Tudor detalle. Family of Henry VIII, NM & Gallery, Cardiff, Wales
Después de dos matrimonios poco afortunados (recordemos que su primera mujer, María Manuela de Portugal muere prematuramente al año de casada como consecuencia del parto de su hijo Carlos), Felipe II prepara el tercero con el máximo cuidado. La agraciada en esta ocasión es la jovencísima Isabel de Valois hija de los reyes de Francia, que anteriormente había sido prometida de su hijo.
Felipe e Isabel en el Libro de Horas de Catalina de Médicis (BNP)
El agotamiento y la ruina económica que suponía la larga guerra con España, habían llevado al monarca francés, Enrique II, a la firma del tratado de Cateau-Cambrèsis por el que, además de establecer la paz entre los dos reinos, se acuerda la boda de Felipe con su hija Isabel que por esta circunstancia es conocida como Isabel de la Paz.
La boda se celebra por poderes en junio de 1559 en la catedral de Nôtre Dame de París, donde el rey está representado por el Duque de Alba, pero la pareja no se conocerá hasta unos meses más tarde, en Guadalajara, el 29 de Enero de 1560, fecha de la celebración de la fastuosa boda oficial, ejerciendo de madrina la princesa Juana, hermana del rey y de padrino el duque del Infantado, en cuyo palacio se celebra la ceremonia. Ella solo tiene trece años, mientras él ya ha cumplido treinta y dos.
LA FORMACIÓN DE LA CASA DE ISABEL DE VALOIS
Las Damas Francesas
El séquito francés que acompaña a la joven reina en su viaje a España es muy numeroso, está compuesto por unas 162 personas (González de Amezúa y Mayo), aunque cerca de la mitad se marcharían al poco tiempo. Además de los nobles y oficiales encargados de su consejo, custodia y seguridad, viene con ella el grupo de damas francesas, a las que denominan "madamiselas", encabezado por su prima Anne de Bourbon-Montpensier. Son dieciséis jóvenes de las mejores casas de la nobleza francesa, aunque entre ellas se encuentra una italiana: Marta Tana de Santena, procedente de una familia noble de la región de Piamonte, en el norte de Italia, que había sido educada en la corte francesa como menina de la princesa Isabel.
Por su parte, el rey ha empezado a organizar la casa española que asistirá a la nueva reina, nombrando unos noventa cargos entre los que se encuentran nobles y oficiales y el grupo de damas españolas a las que denominan "doñas", unas catorce entre damas y dueñas, encabezadas por la camarera mayor Doña María de la Cueva, condesa de Ureña, una viuda aristocrática que había servido por muchos años en la corte de la emperatriz Isabel. En este grupo selecto también se encuentra una italiana de características peculiares, Sofonisba Anguissola, pintora, retratista de prestigio, elegida para ser maestra de pintura de la joven reina.
En Guadalajara confluyen los dos séquitos
Según González de Amezúa y Mayo en ese momento a la reina la atendían más de 300 personas. En esta multitud que inicialmente forma la Casa de la Reina se inserta el mundo femenino de damas que pertenecían necesariamente a uno u otro bloque, francesas o españolas, un pequeño mundo en el que las dos damas italianas merecen una especial mirada por sus características singulares y por una serie de circunstancias y coincidencias que resultan, al menos, curiosas.
De Sofonisba Anguissola ya sabemos que procede del norte de Italia, concretamente de la ciudad de Cremona, donde radica una rama menor de la noble familia Anguissola de Piacenza; ciudades pertenecientes al ducado de Milán, que desde 1525 forman parte de la corona española y por lo tanto bajo el mando de gobernadores nombrados por el rey de España. Es uno de ellos, el duque de Alba, que lo fue entre 1555-1556, quien habiendo conocido a la pintora, probablemente por haber sido retratado por ella durante su estancia en Milán, recomienda a Felipe II que nombre a Sofonisba dama de la reina Isabel de Valois, para que pueda iniciarla en el arte de la pintura.
Sofonisba Anguissola. Autorretrato 1560c. Pinacoteca de Brera. Milán
Los padres de Marta, el conde palatino Baldasarre Tana, Señor de Santena y Anna della Rovere, bien relacionados con la corte francesa, la envían Francia, a Fontainebleau, siendo aún niña para ser fille d'honeur (menina) de la entonces princesa Isabel de Valois y después estará entre las elegidas para acompañarla a España como Dama de Honor cuando Isabel pasa a ser reina por su matrimonio con Felipe II. También sabemos de ella que será la madre de San Luis Gonzaga.
La imagen de Marta Tana
Los retratos que se conservan de ella nos plantean muchas dudas ya que a su falta de parecido se unen las diferencias de estilo, de tiempo y espacio. Uno de ellos es el que se encuentra en la galería de retratos de los Gonzaga del Castillo de Ambras (Viena), cuyo aspecto se corresponde con la moda española de lechuguilla blanca en el cuello y ropilla sobre los hombros, de la que tenemos muchos ejemplos y que corresponde al último tercio del XVI.
El hecho de que ambas damas sean italianas y procedan de zonas relativamente cercanas hace suponer que entre ellas y frente al resto se estableciera una relación de amistad a pesar de su probable diferencia de edad.
Aunque no se conoce con exactitud la fecha de nacimiento de ninguna de las dos, podemos calcular que Sofonisba Anguissola tuviera alrededor de 24 años cuando llegó a España, mientras que Marta Tana en ese momento tendría unos 16 años. La diferencia de edad entre ellas no tendría porqué ser un obstáculo para su relación pues, como sabemos, Sofonisba tenía cinco hermanas menores y estaba acostumbrada a ocuparse de ellas incluso como maestra de pintura.
Amigos y relaciones comunes
Es conocido el importante numero de jóvenes de la nobleza italiana que venían a formarse en la Corte española para hacer la carrera de armas, por no hablar de los artistas italianos, que venían atraídos por las posibilidades de trabajo que se les ofrecía en la corte filipina: Tiziano, el Greco, los Leoni, Luca Giordano, por mencionar tan solo algunos de ellos.
Entre estas relaciones es segura la que ambas tuvieron con Ferrante Gonzaga, tercer príncipe de Castiglione delle Stiviere, ciudad de la Lombardía española, cercana a Milán. (No confundir con su pariente homónimo, capitán general de Carlos V, gobernador de Milán, virrey de Sicilia, príncipe de Guastalla...).
Ferrante Gonzaga. Castillo de Ambras
Ferrante Gonzaga [1544-1586], con unos quince años, siguiendo una costumbre de muchos otros miembros de la extensa familia Gonzaga, se encontraba en la Corte de Felipe II, junto con su hermano Alfonso, en calidad de pajes del príncipe Carlos, aprendiendo el oficio de armas.
La relación de Ferrante Gonzaga con Sofonisba
Como joven de la nobleza, Ferrante es invitado a la celebración de la boda real en Guadalajara y es allí donde se produce su encuentro con la pintora Sofonisba recién llegada a España. De este momento disponemos de información directa ya que está documentado en una carta que el embajador italiano, Gerolamo Negri, escribe desde Toledo poco después de la celebración, el 8 de febrero de 1560, al Duque de Mantua en la que le cuenta las anécdotas sobre la fiesta y el baile de la celebración:
"La noche de la boda, habiendo dicho el rey que se bailase a la gallarda y no atreviéndose nadie a empezar, el Sr. Ferrante Gonzaga fue el primero que comenzó, sacando a bailar a la Cremonesa que pinta, que ha venido a estar con la reina y ellos abrieron el baile al que se unieron más tarde muchos otros." (Archivo de Estado de Mantua)
Hay que pensar que Ferrante Gonzaga y Sofonisba ya debían conocerse, pues en otro caso el joven no se hubiera tomado la confianza de acercarse a ella para pedirle que bailara. Para buscar alguna relación previa entre ellos habría que mirar hacia los antecedentes familiares pues también es posible que les uniera una relación de parentesco.
La madre de Ferrante, Caterina Anguissola, del mismo apellido que la pintora, pertenecía a la rama principal de la familia Anguissola de Piacenza, se casó en segundas nupcias con Aloisio Gonzaga, con el que tuvo tres hijos, el segundo de los cuales era Ferrante.
A pesar de que Sofonisba pertenece a la rama de la familia asentada en Cremona, es probable que se conocieran ya que ambas ciudades, muy cercanas, pertenecían al ducado de Milán, bajo gobierno español y miembros de ambas familias van a prestar diversos servicios tanto a Carlos V como a Felipe II.
Los padres de Ferrante: Caterina Anguissola [1508-1550] y Aloisio Gonzaga [1494-1549]. Galería de Retratos de Ambras
Los tres hermanos Gonzaga-Anguissola quedan huérfanos siendo niños, pues sus padres mueren jóvenes casi al mismo tiempo. De su custodia se hace cargo su tío materno, Giovanni Anguissola que será su tutor hasta su mayor edad. Los vínculos familiares tanto del lado materno, por el hermano de su madre Giovanni Anguissola*, como del paterno, por el primo hermano de su padre, el famoso Ferrante Gonzaga de Guastalla* facilitan la venida de los hermanos Gonzaga a España como pajes del príncipe Carlos, a aprender el oficio de armas y al servicio de Felipe II.
* Giovanni Anguissola fue el cabecilla de la conjura que acabó en 1547 con el asesinato de Pier Luigi Farnesio, hecho que le fue agradecido por Carlos V con una renta vitalicia y el nombramiento de Gobernador de la provincia de Como.
Leone Leoni: Ferrante Gonzaga y la envidia (Guastalla) y Carlos V y el furor (MNP)
El encuentro entre Ferrante y Marta Tana
Si seguimos la biografía sobre Marta que escribió el jesuita Giovanni Bandiera (Castel Gofredo), el encuentro de la pareja tiene lugar al inicio del 1560 en el Alcázar de Toledo, ciudad a la que el joven Gonzaga había acudido para participar en los festejos que se celebraron con motivo de la boda de Felipe II e Isabel de Valois. Todos los jóvenes nobles de la Corte, incluido el propio rey, participaron en torneos a caballo y en los alardes militares que tuvieron lugar en la explanada de Bisagra a la entrada de la ciudad.
A partir de ese momento Ferrante intenta hacer fortuna en la corte prestando servicios al rey, deseando hacerse digno de la dama de Santena, "cuyas virtudes y cualidades poco comunes habían ganado su corazón".
Tras diversas idas y venidas, y después de cumplir las misiones que le encomienda el rey, éste atiende la demanda del joven Gonzaga y en 1566 le comunica su consentimiento para contraer matrimonio con Marta. Ferrante se apresura a convencer a la familia de la bondad del compromiso a pesar del menor nivel de la familia Tana y de que la dote pudiera ser inferior a la de otras damas de la corte ya que considera que las cualidades y la virtud de Marta lo compensaban con largueza. La aprobación de la familia Gonzaga no se hace esperar y llega finalmente el 24 de Junio, día de san Juan Bautista.
Los reyes dieron buenas muestras de su afecto y benevolencia: Isabel Valois regala a Marta Tana una suma considerable como dote, además de ropas y joyas. Felipe nombra a Ferrante camarero de honor, le asigna rentas en Nápoles y Milán y le promete el mando de ejército de Italia que en ese momento ejercía su tío Giovanni Anguissola.
La boda se retrasó un tiempo pues la reina, que estaba a punto de ser madre por primera vez, no quería separarse de su dama predilecta por lo que les pide posponerla. El nacimiento de la infanta Isabel Clara Eugenia se producirá el 12 de agosto y finalmente la boda, primera celebrada según las nuevas normas del Concilio de Trento, tiene lugar el 11 de noviembre del mismo año, con gran solemnidad, en la capilla de palacio, siendo padrinos el rey y la reina. El banquete que se dio en palacio fue fastuoso; entre las ilustres invitadas figuraban la duquesa de Alba, la marquesa de Poza, la condesa de Olivares, la princesa de Éboli y la condesa de Chinchón.
Antes de la partida del matrimonio para Italia a su territorio del marquesado en Castiglione delle Stiviere, el rey concede a Ferrante el cargo de Chambelán, le nombra caballero de la Orden de Alcántara, le asigna una renta de 1.000 escudos, le nombra capitán de caballería y le concede el privilegio de fundir moneda en su territorio. Este será el inicio de una larga historia familiar que comenzará con el nacimiento de su primer hijo, que años después alcanzará la santidad, San Luis Gonzaga, al que seguirán siete más. Tras la muerte de su marido en 1586, Marta vivirá en Castiglione delle Stiviere una vida difícil en la que dará considerables muestras de su fortaleza, hasta su muerte, que le sobrevino en 1605.
Es probable que ambas amigas italianas volvieran a verse en Italia años después de su partida de la corte madrileña, aunque sus vidas, interesantes por distintos motivos, discurrirán por caminos diversos de los que nos seguiremos ocupando en posteriores artículos.
Hola,
ResponderEliminares la primera vez que veo su blog, el cual me interesa mucho. Me parece un trabajo de gran calidad. Me gustaría poder hacerle una consulta ya que compruebo que usted conoce muy bien la obra de Sofonisba Anguissola. Estoy intrigada por un cuadro del que desconozco el autor, y que viene atribuido según distintas fuentes a Pieter Pourbus, a Franz Pourbus II o a Sánchez Coello. Se trataría de un retrato de Isabel Clara Eugenia, en medallón, de tres cuartos, poco documentado (razón por la cual quizás, su atribución dé lugar a tantas dudas). Me da la impresión sin embargo de que ese retrato se parece mucho al que Sofonisba Anguissola hizo de Isabel Clara Eugenia y que se encuentra en la Embajada de España en PArís (1599). ¿ Podría darme su parecer al respecto ? ¿ Tendría alguna noticia del retrato que menciono? Le adjunto una serie de enlaces donde lo puede ver. http://www.arcadja.com/auctions/fr/pourbus_frans_ii/artiste/68997/ En algunos lugares se dice de este retrato que pertenece a las colecciones del duque del Infantado (Sevilla) y se atribuye a Pieter Pourbus. En la amplia y reciente monografía de Blaise Ducos dedicada a Franz Pourbus II, no he encontrado mención alguna de este retrato. Le agradecería mucho cualquier pista que pudiera darme. Y la felicito por la calidad de su blog. Cordiales saludos.
Hola, he intentado contestar a lo que me preguntas, pero la respuesta ha resultado más extensa de lo que esperaba y he decidido publicarla como una entrada nueva. Gracias por tu amabilidad. Recibe un cordial saludo.
EliminarAgradezco toda la información que nos ofrece.
ResponderEliminar