Una de las últimas exposiciones (Noviembre 2014 - Marzo 2015) organizadas con ocasión el cuarto centenario de El Greco ha sido la que ha tenido lugar en el Museo Benaki de Atenas procedente del Museo histórico de Heraklion, en la propia cuna del pintor cretense, con el título "Domenikos Theotokopoulos entre Venecia y Roma".
El Comité Científico de la muestra ha estado presidido por Nicos Hadjinicolau, profesor emérito de la Universidad de Creta, especialista de primera línea en la figura del Greco -probablemente el mejor desde la desaparición de Álvarez Lopera-, que además es autor de una de las contribuciones que figuran en el interesante Catálogo de la exposición.
Mi sorpresa ha surgido en la propia presentación del Catálogo en la que el profesor Hadjinicolau comenta las dificultades de conseguir realizar una exposición de esta importancia en los tiempos de crisis actual y como "haciendo de la necesidad virtud" se han conseguido obras de primera línea no presentadas en otras exposiciones. Entre los agradecimientos a personas e instituciones por su colaboración se refiere en especial al Presidente del Consejo Municipal de Heraklion, Dimitris Karatzanis, por su ayuda para conseguir llevar a la exposición el Retrato de Giulio Clovio de Sofonisba Anguissola, que ha figurado en la exposición junto al Retrato del mismo personaje, realizado posteriormente por el Greco.
Señalo la importancia de este hecho porque es la primera ocasión en que se toma en consideración una obra de la pintora cremonesa, que hasta ahora permanecía en un discreto olvido, y se muestra al mismo nivel, poniendo en evidencia la posibilidad de considerarla un precedente directo de la obra del pintor griego.
El Retrato de Giulio Clovio de Sofonisba Anguissola, que pertenecía a la colección particular de Federico Zeri en Roma, ha pasado por herencia a su sobrino Eugenio Malgeri Zeri.
El Comité Científico de la muestra ha estado presidido por Nicos Hadjinicolau, profesor emérito de la Universidad de Creta, especialista de primera línea en la figura del Greco -probablemente el mejor desde la desaparición de Álvarez Lopera-, que además es autor de una de las contribuciones que figuran en el interesante Catálogo de la exposición.
Mi sorpresa ha surgido en la propia presentación del Catálogo en la que el profesor Hadjinicolau comenta las dificultades de conseguir realizar una exposición de esta importancia en los tiempos de crisis actual y como "haciendo de la necesidad virtud" se han conseguido obras de primera línea no presentadas en otras exposiciones. Entre los agradecimientos a personas e instituciones por su colaboración se refiere en especial al Presidente del Consejo Municipal de Heraklion, Dimitris Karatzanis, por su ayuda para conseguir llevar a la exposición el Retrato de Giulio Clovio de Sofonisba Anguissola, que ha figurado en la exposición junto al Retrato del mismo personaje, realizado posteriormente por el Greco.
Señalo la importancia de este hecho porque es la primera ocasión en que se toma en consideración una obra de la pintora cremonesa, que hasta ahora permanecía en un discreto olvido, y se muestra al mismo nivel, poniendo en evidencia la posibilidad de considerarla un precedente directo de la obra del pintor griego.
El Retrato de Giulio Clovio de Sofonisba Anguissola, que pertenecía a la colección particular de Federico Zeri en Roma, ha pasado por herencia a su sobrino Eugenio Malgeri Zeri.
Sofonisba Anguissola. Retrato de Giulio Clovio, Roma Colección Eugenio Malgeri (det.)
La contribución del profesor Hadjinicolaou, que lleva por título "Un discípulo de Tiziano en el Palazzo Farnese 1570-1572" revisa el periodo veneciano del Greco en busca de los elementos que puedan documentar su aprendizaje con el maestro de Cadore tantas veces confirmado y tantas otras cuestionado.
En apoyo de la teoría de dicho aprendizaje el especialista aporta tres documentos:
- El inventario de Fulvio Orsini de 1600 estudiado y publicado en 1884 por Pierre de Nolhacs en el que figura con el nº 39 "Quadro corniciato di noce con un paese del monte Sinaí, di mano d'un grego scolare di Titiano" (Pintura con marco de nogal con un paisaje del Monte Sinaí de la mano de un griego discípulo de Tiziano).
- El testimonio de Giulio Mancini, médico del Papa Urbano VIII quien escribió hacia 1620 unas "Vidas de artistas contemporáneos" (publicadas por primera vez en 1956) en las que, refiriéndose al Greco, menciona que estudió en Venecia y en particular obras de Tiziano.
- Y finalmente la famosa carta de Giulio Clovio al Cardenal Farnese en la que le solicita que aloje en su palacio romano al pintor, al que define como un joven candiota discípulo de Tiziano. (Candía es el nombre por el que se conoce a la isla de Creta durante los cuatro siglos en que fue una posesión de ultramar de la república de Venecia.)
Transcripción-traducción: A día 16 de Noviembre de 1570
Al Sr. Cardenal Farnese, Ha llegado a Roma un joven candiota
discípulo de Tiziano, que a mi juicio es singular en pintura
y entre otras cosas ha hecho un retrato de sí mismo que deja
estupefactos a todos estos pintores de Roma; querría mantenerlo bajo
la sombra de vuestra ilustrísima en Roma sin gastos para vivir
sino solo con una estancia en el palacio Farnese por un corto periodo
de tiempo, es decir hasta que él consiga acomodarse
mejor. Por ello le ruego y le suplico sea tan amable de escribir
al conde Ludovico su mayordomo que le proporcione en dicho palacio
una estancia en la parte alta, que su señoría Illma. realizará una obra
virtuosa digna de vos y yo le estaré obligado y le beso
con reverencia las manos.
A su señoría Ilustrísima y Reverendísima
Humildísimo Señor
Don Julio Clovio
La historia es bien conocida, el Greco se aloja en el Palazzo Farnese del que es expulsado dos años después sin que sepamos con certeza las causas que lo provocan, aunque ahora conocemos, gracias a Almudena Pérez de Tudela, (AEA, nº291-2000) la carta que el propio Greco escribe al Cardenal Farnese el 6 de julio de 1572 en la que se queja de que su mayordomo el conde Ludovico Todesco le ha expulsado injustamente del palacio.
Es en este periodo, antes de ser despedido, cuando el Greco pinta el retrato de su benefactor Giulio Clovio sentado de perfil, ante una ventana abierta, mirando al espectador y señalando con el índice de su mano derecha el Libro de Horas que sujeta con su mano izquierda, que el miniaturista realizó para el Cardenal Farnesio abierto por las páginas 59 verso y 60 recto.
(Se puede ver el detalle de estas páginas y el tributo que Clovio rinde a su maestro Miguel Ángel en la segunda entrada dedicada a Giulio Clovio en este blog -Ver al final)
El profesor Hadjinicolaou considera evidentes las connotaciones tizianescas del retrato y lo pone en relación con la Magdalena Penitente de Tiziano del Museo del Hermitage, especialmente en lo relativo al paisaje que se ve a través de la ventana.
Tiziano, Magdalena penitente, Museo del Hermitage
En cuanto al retrato de Giulio Clovio realizado por Sofonisba Anguissola, que en otro tiempo fue considerado obra de Tiziano, el profesor Hadjinicolaou se limita a realizar un corta descripción del mismo evitando toda comparación con la obra del Greco y además expresa cierta duda en cuanto a la fecha de realización el año 1556 quizás porque considera que es demasiado joven pues cree que la pintora tiene 21 años.
A pesar de que no se ha establecido documentalmente el momento en que ambos artistas coinciden no existen dudas respecto al encuentro de Sofonisba con el miniaturista en Piacenza y Parma, en la corte de Ottavio Farnese y su esposa la española Margarita de Austria, hija de Carlos V, para la que realiza algunos retratos, por razones de coherencia biográfica de ambos personajes, la fecha se sitúa en torno al 1556, cuando la pintora en realidad tiene 24 años.
Sofonisba Anguissola. Retrato de Giulio Clovio, Colección Eugenio Malgeri, Roma
El personaje aparece de perfil, mirando al espectador, con esa forma de mirar que reconocemos en tantos retratos de la pintora: éste refleja una gran austeridad en concordancia con el personaje que como sabemos llevó una vida casi mísera, exenta de todo lujo y que sentía pasión por su arte. En la mano lleva un retrato en miniatura que tradicionalmente se ha considerado de la pintora Levinia Teerlink, una de las alumnas que tuvo. Probablemente esta suposición se base en la presencia de su retrato en en el inventario de sus bienes en el que figura la siguiente descripción: “Un scatollino tondo con il ritratto de Livinia, meniatrice della Regina d’Inghilterra” (Un marquito redondo con el retrato de Livinia, miniaturista de la Reina de Inglaterra).
Considero posible que la figura del medallón sea la de la propia Sofonisba que Clovio la está pintando mientras ella le retrata, elaborando un tipo de juego que a ella le gusta representar, como luego veremos en su famoso cuadro de Siena en el que se pinta a sí misma mientras es retratada por su maestro.
Considero de gran importancia el hecho de presentar por primera los dos retratos de Giulio Clovio en la misma exposición, ya que por sí mismos hablan de su relación, de puntos en común entre ambos pintores, de sus semejanzas y diferencias, lo que significa un gran paso hacia la consideración de Sofonisba Anguissola y su inclusión entre los mejores artistas del siglo XVI.
Por mi parte he reivindicado este tratamiento desde los primeros pasos de este blog y considero que de alguna forma con esta presentación del cuadro de Sofonisba en una exposición dedicada al Greco se va cumpliendo uno de sus objetivos, que es el de la valorización y la toma en consideración de Sofonisba Anguissola al nivel que por su mérito y cualidades le corresponde.
Artículos anteriores relacionados con el tema.
JURAJ JULIJE KLOVIC - GIULIO CLOVIO (I y II)
AL GRECO LO QUE ES DEL GRECO
Portada del Catálogo de la Exposición en
el Museo Benaki de Atenas
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