Las Exposiciones, libro abierto donde se lee el estado de los pueblos, son como la esfera do un reloj que marca el grado de adelanto, de atraso, ó de estacionamiento que tiene la máquina, sin necesidad de mirarle por dentro. Son, con toda su abundancia, la demostración de la carencia; José Emilio de Santos. 1873
Francisco Javier Amérigo Aparici. Detalle del boceto de
"Indígenas ante la reina regente en la Exposición General de las Islas Filipinas", 1887
La inauguración de la Exposición de Filipinas en Madrid el 30 de junio de 1887 fue un acontecimiento ampliamente seguido en las crónicas de la prensa nacional. La Ilustración Española y Americana (8/7/1887) y La Ilustración (10/7/1887) ofrecían no solo el relato del evento sino su imagen a través de las ilustraciones de sus correspondientes dibujantes colaboradores. La más imagen precisa e interesante es la que dibuja Juan Comba en la primera.
Ambas revistas realizan un extenso relato con los pormenores del evento "que se verificó en el pabellón de hierro y cristal destinado al acto solemne de la inauguración de la primera de las exposiciones de productos filipinos que se celebra en Madrid."
Juan Comba. Ceremonia de Apertura de la Exposición de Filipinas en el pabellón de cristal de El Retiro, en la tarde del 30 de junio de 1887. "Dibujo tomado del natural", aparecido en la Ilustración Española y Americana el 8 de julio de 1887.
"La Exposición de Filipinas debida á la iniciativa de D. Alfonso XII y á los esfuerzos y constancia del ministro de Ultramar D. Víctor Balaguer, se inauguró con toda solemnidad á las 6 de la tarde del 30 de junio último, por Su Majestad la Reina Regente .../... En el sitial preparado al efecto en el centro del pabellón de hierro y cristal, de estilo moderno inspirado en el gusto griego, se hallaba instalado el trono, que se destacaba sobre el rico tapiz de Palacio "La muerte de Absalón" y entre dos hermosísimos ejemplares de palmeras murcianas y tapices chinos. El pavimento estaba cubierto con rica alfombra, cuyos contornos orlaban macetones con pinos reales, palmeras, fúchias, (sic) nicaraguas (sic) y otras diversas plantas."
La presencia como telón de fondo del tapiz que representa la terrible muerte de Absalón, corresponde a la obra realizada en 1817 en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, perteneciente a Patrimonio Nacional que es perfectamente visible en la ilustración de Comba y en el boceto de la obra.
Tapiz. La Muerte de Absalón. Patrimonio Nacional en depósito en el
Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional-CESEDEN
Inauguración de la Exposición de Filipinas. 1887
"Pocos minutos antes de la hora prefijada para la ceremonia llegaron al pabellón los filipinos igorrotes, los carolinos, los joloanos, toda la colonia oceánica con sus trajes, armas, coronas de plumas y turbantes exóticos de formas extrañas y brillantes colores, situándose a la entrada, en dos filas laterales: al frente de la derecha estaba el inteligente Ismael [Alzate], vestido de levita negra y luciendo en el pecho tres condecoraciones y seguían los moros de Joló y de Mindanao, los igorrotes, el carolino y el negrito; en el de la izquierda se hallaban los obreros indios y mestizos, las tejedoras y las tabacaleras, todas vestidas con sus trajes indígenas, ricos y pintorescos."
Detalle del grupo de Filipinos con su guía-traductor Ismael Alzate
"Poco después llegó S.M. la Reina Regente que vestía sencillo traje negro, acompañada de S.A. la infanta Dª Isabel vestida de elegantísimo traje azul celeste." La reina, viuda desde hacía dos años, mantenía su luto, mientras su cuñada, la popular Isabel de Borbón, conocida como "la chata", de 36 años, iba vestida de azul claro.
S.M. la Reina Regente Mª Cristina, de negro y S.A. la infanta Isabel de Borbón (La Chata), de azul.
Detalle del boceto de "Indígenas ante la reina regente en la Exposición General de las Islas Filipinas", 1887.
"El Sr. Ministro de Ultramar, D. Víctor Balaguer, pronunció el discurso de bienvenida y apertura de la Exposición de Filipinas, la primera que se celebra en España," añadiendo para terminar: "y declaro igualmente inaugurado este pabellón que servirá en lo futuro de Museo Ultramarino permanente. Los indios desfilaron entonces ante la reina, haciendo una ceremoniosa reverencia."
Con esta descripción reflejaba la prensa del momento el gran acto de inauguración de la Exposición de las Isas Filipinas en Madrid. La necesidad de inmortalizar el momento, más alla de las imágenes publicadas, llevó al promotor y factótum de la misma, el Ministro de Ultramar, Victor Balaguer, a encargar al conocido pintor Francisco Javier Amérigo Aparici, que acababa de obtener una medalla de 1ª clase por su obra Del saqueo de Roma en la Exposición Nacional de Bellas Artes, la realización de una gran pintura que inmortalizara el evento. (AHN Ultramar, 5289 Exp.15).
El presupuesto para la realización de la pintura que debía reproducir "la presentación a S.M. de los Indígenas Filipinos en el acto solemne de la apertura de la Exposición general de las Yslas Filipinas" con destino al Museo de Ultramar, quedó establecido en "diez y seis mil quinientas pesetas" a las que habría que sumar los quinientos pesos en que se tasa la realización del marco. Para la concreción de los detalles, el pintor pone por escrito las indicaciones verbales recibidas del ministro en una carta que remite al ministro el 12 de agosto de 1887. Sobre las dimensiones del lienzo indica "que cuando menos tengan el ancho del de la Rendición de Granada del Sr. Pradilla".
El ministro muestra gran interés en la evolución del proyecto tal como podemos leer en La Correspondencia de España del 23 agosto: "El ministro de Ultramar, Sr. Balaguer, acompañado del jefe de su gabinete particular Sr. Pujol y Camps, ha visitado ayer el estudio del pintor Sr. Amérigo para conocer por sí mismo los tres bocetos que éste ha hecho con destino al gran cuadro que le ha sido encomendado por orden de S.M. la reina regente, para perpetuar en él el acto solemnísimo de apertura de la exposición general de Filipinas. El ilustrado visitante, que los ha contemplado largo rato, no ha querido inclinarse por ninguno con detrimento y abandono do las bellezas de los otros, por lo cual el Sr. Amérigo ha prometido hacer un cuarto estudio, recopilando en él lo más sobresaliente de los otros y trasladarlo luego, desarrollado en gran escala, al cuadro final."
El resultado de la visita al pintor fue la donación de uno de los bocetos al ministro Balaguer para el Museo que había abierto dos años antes en Vilanova i la Geltrú. En el que figura la dedicatoria del pintor en la esquina inferior izquierda.
Francisco Javier Amérigo i Aparici. Boceto de la obra "Indígenas ante la reina regente en la Exposición General de las Islas Filipinas", 1887. M.B.Victor Balaguer. Vilanova i la Geltrú
Hasta ahora no sabíamos el destino de los otros bocetos hasta que en la exposición “Filipinos in the Gilded Age” celebrada en la León Gallery de Manila se mostró al público otro de los bocetos realizados adquirido en Europa por un coleccionista filipino. El expositor presentaba la obra como Pièce de résistance: pintura del siglo XIX de un artista desconocido, de la controvertida Exposición Filipina de 1887 en Madrid. No cabe duda que el autor de la obra, al que consideran desconocido, es el propio Amérigo y que este es uno de tres los bocetos preparatorios que realizó y que presenta ligeras variaciones respecto al de Vilanova pero un estilo y una factura idénticos.
Francisco Javier Amérigo i Aparici. Boceto de la obra "Indígenas ante la reina regente en la Exposición General de las Islas Filipinas", Madrid, 1887. Leon Gallery 2016. Manila
La pintura original
El documento que formaliza la entrega definitiva de la obra tiene fecha de 18 de diciembre de 1889. Diversos diarios publican el 9 de enero de 1890 que la pintura por fin ha sido expuesta en el Museo Biblioteca de Ultramar donde estará hasta 1908; ese año se decide la supresión del Museo y en consecuencia se lleva a cabo un proceso de reparto de sus colecciones entre diversas instituciones museísticas madrileñas.
La obra de Amérigo, junto con la mayor parte de las pinturas pasan a depender del Museo de Arte Moderno. Allí estuvo la obra colgada hasta 1930 año en que, gracias a la generosa política de depósitos que realizó Sánchez Cantón para su tierra, fue enviado al Ayuntamiento de O Porriño (Pontevedra) por Real Orden de 16 de Enero de dicho año. Un incendio en el edificio del ayuntamiento en 1976, acabó con dos de las doce obras allí depositadas, por desgracia una de ellas era la de Amérigo. (En 2007 se produjo el levantamiento definitivo del resto de las obras allí conservadas).
Imagen de la sala en la que se exponía la obra "Indígenas ante la reina regente en la Exposición General de las Islas Filipinas", Madrid, 1887, en el Museo de Arte Moderno (IPCE)
Como puede observarse la obra original tenía más coincidencias con el boceto de Filipinas que con el de Vilanova. Se trataba de una obra de gran tamaño (4,10 x 6,40 mts.) superando ligeramente las del cuadro de Pradilla mencionado y, de acuerdo con el encargo realizado, según La Correspondencia de España del 23.8.1987: "Las dimensiones de este lienzo serán bastantes á contener en él, como figura principal, á la reina doña María Cristina, de tamaño natural, colocada en pie; su regia servidumbre, el ministro de Ultramar y el elemento oficial; multitud de espectadores: la colonia filipina toda (puesto que el momento elegido es el de la presentación de los filipinos á la augusta señora); algunas palmeras en bastante desarrollo, y muchas flores y otros detalles".
Sobre la vida y obras del pintor
Francisco Javier Amérigo y sus familiares,
Ramón Amérigo, pintor - grabadores y
Federico Amérigo, pintor y escenógrafo ver:
EL PINTOR FRANCISCO AMÉRIGO Y FAMILIA
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