Pompeo Leoni, escultor
Nacido en Pavía-Milán hacia 1530, la vida de Pompeo Leoni transcurre en su mayor parte en Madrid, ciudad en la que fallece el 13 de octubre de 1608. Escultor italiano, hijo del también escultor y medallista Leone Leoni (1509-1590), también conocido como Leone Aretino, de quien aprende el oficio y con quien colaboró en numerosas obras al servicio de la corte española.
Desde 1549, los Leoni, padre e hijo, trabajan para los Austrias, primero en Flandes, para Carlos V, y después para Felipe II, llegando incluso al principio del reinado de Felipe III.
Pero Leone Leoni nunca quiso emprender el viaje a España a pesar de la insistencia de Felipe II que quiere tenerle a su exclusivo servicio. Para satisfacer en parte esta demanda y calmar la exigencia del rey, Leone decide enviar a su hijo Pompeo que actúa como correa de transmisión del padre con quien siempre mantendrá la colaboración para realizar los encargos reales, empezando por la serie de retratos imperiales que hoy podemos ver en el Museo del Prado.
Nacido en Pavía-Milán hacia 1530, la vida de Pompeo Leoni transcurre en su mayor parte en Madrid, ciudad en la que fallece el 13 de octubre de 1608. Escultor italiano, hijo del también escultor y medallista Leone Leoni (1509-1590), también conocido como Leone Aretino, de quien aprende el oficio y con quien colaboró en numerosas obras al servicio de la corte española.
Retrato de Pompeo Leoni (det.) Col. privada.
Desde 1549, los Leoni, padre e hijo, trabajan para los Austrias, primero en Flandes, para Carlos V, y después para Felipe II, llegando incluso al principio del reinado de Felipe III.
Pero Leone Leoni nunca quiso emprender el viaje a España a pesar de la insistencia de Felipe II que quiere tenerle a su exclusivo servicio. Para satisfacer en parte esta demanda y calmar la exigencia del rey, Leone decide enviar a su hijo Pompeo que actúa como correa de transmisión del padre con quien siempre mantendrá la colaboración para realizar los encargos reales, empezando por la serie de retratos imperiales que hoy podemos ver en el Museo del Prado.
A diferencia de su padre, Pompeo Leoni terminará asentándose en Madrid donde abrirá taller propio a pesar de trasladarse con frecuencia a Milán por motivos de trabajo.
Relieves de Carlos V e Isabel de Portugal de los Leoni 1550-1555 MNP
A la llegada de Pompeo Leoni a España en 1556, la regente, Juana de Austria, seguramente por indicación de su padre, le asigna un salario inicial de 30 ducados al mes con el que comienza sus trabajos para la corte en Valladolid.
Una vez asentado en España, parece que algunos comentarios realizados por Pompeo Leoni, que en sus viajes había entrado en contacto con círculos protestantes, le pusieron bajo la vigilancia de la inquisición española que le llega a acusar de luteranismo y en 1557 le impone una penitencia de un año de reclusión en un monasterio. Gracias al interés mostrado por el emperador Carlos V, retirado en Yuste pero aún muy activo, su condena se reduce a tan solo seis meses. Su padre, en una carta dirigida a uno de sus protectores Antonio Perrenot de Granvela, le dice que casi se alegra tanto "por lo ligero de la reclusión y porque así el joven Pompeo no tendrá más remedio que ponerse a trabajar..."
Es posible que tras su liberación, en la segunda mitad de 1558, Pompeo volviera a Milán de acuerdo con la voluntad de su padre manifestada en otra carta dirigida a Granvela, entonces obispo de Arrás, con quien mantiene una intensa relación epistolar, en la que le informa que "Dessea retirar su hijo de Spaña, y lo hará lo mas presto que pudiere..." (Eugène Plon, 1887).
De haberse producido ese retorno hay muchas posibilidades de que coincidiera en Milán con la pintora Sofonisba Anguissola durante los meses que precedieron al viaje de la cremonesa a España. Como hemos comentado en otra ocasión lo que es seguro es que la pintora se relacionó en ese tiempo con el mundo artístico milanés en el que también se encontraba de paso el hijo de Tiziano, Orazio Vezellio, para realizar encargos de su padre en relación con el cobro de ciertas deudas y para trasladarle unos cuadros al gobernador de Milán, el duque de Sessa.
En estas circunstancias tiene lugar un episodio que no tiene mucha explicación pues al parecer se produce el intento de asesinato de Orazio Vecellio por parte de Leone Leoni y ello a pesar de ser su invitado, hospedado en su casa, por las buenas relaciones que mantenía el escultor con Tiziano. El malherido Orazio fue tratado por los médicos del Duque de Sessa, y Tiziano escribe al duque y al rey de España sendas cartas en las que pide justicia por el intento de asesinato de su hijo. Sorprendentemente, a pesar de la aparente gravedad del hecho, el juicio concluye con una leve condena de Leoni al exilio.
Hay quien ha apuntado la posibilidad de que los jóvenes artistas contendieran por el favor de Sofonisba aunque no hay ninguna prueba de ello. Lo que si es seguro es que se conocieran pues todos ellos se movían en el círculo artístico del gobernador, el español Duque de Sessa, quien aprovecha la estancia en Milán de los pintores para ser retratado por ellos. De los retratos realizados por las hermanas Anguissola y por Orazio Vecelio no queda rastro, pero sí de la medalla atribuida a los Leoni.
Medalla del Duque de Sessa, 1550 Gobernador de Milán. Wallace Co.
El retrato de Pompeo Leoni
Sofonisba Anguissola. Retrato de Pompeo Leoni 1565 Óleo sobre lienzo, 94 x 87cm.
La coincidencia en su origen y el encontrarse como artistas extranjeros en la corte de Felipe II son algunos de los elementos que la especialista Maria Kusche tiene en consideración, junto a otros de carácter técnico y estilístico, para atribuir a Sofonisba Anguissola el retrato de Pompeo Leoni, tradicionalmente asignado a El Greco con escaso fundamento.
Se trata de un retrato pocas veces expuesto públicamente aunque bien conocido, cuya atribución a El Greco ha sido cuestionada por algunos de los principales especialistas en la obra del pintor griego, como Wethey, que lo considera dudoso, o Álvarez Lopera que ni siquiera lo incluye entre las obras de su Catálogo Razonado.
No es la primera vez que se produce una asignación arbitraria o poco fundada al Greco, como ocurrió con la denominada Dama del Armiño, de entre las obras que estuvieron en la Galería Española de Luis Felipe en el Louvre, que por otra parte supuso el descubrimiento europeo de la obra del pintor griego.
El retrato tiene unas características técnicas que no pueden dejar de recordarnos el estilo de Sofonisba Anguissola tanto por ser una composición de dos retratos utilizada en varias ocasiones por ella, como por el juego de miradas al que nos tiene acostumbrados: Imaginamos que la pintora se encuentra situada en el lugar en que debería estar el propio rey posando para la realización de su retrato escultórico.
El escultor levanta la vista para mirar directamente a la autora del retrato como si estuviera mirando al personaje modelo de su busto. Podemos imaginar que además de la pintora, en el lado del espectador hay al menos otra persona a la que el propio Felipe II a pesar de ser de piedra parece dirigir su mirada. Las miradas cruzadas de derecha a izquierda y de izquierda a derecha hacen que el espectador se sitúe en medio de los dos personajes exteriores al cuadro.
A veces se ha querido negar la identificación del escultor argumentando la falta de coincidencia del busto que aparece en la pintura en el que trabaja el escultor, con una obra conocida de Pompeo Leoni (Beatrice G.Proske 1956).
Lo cierto es que conocemos diversos ejemplares de bustos de Felipe II realizados por Pompeo Leoni o atribuidos a él, como los que se muestran a continuación, los dos primeros del Museo del Prado y el tercero del Metropolitan de Nueva York y, aunque no se ven en ellos rasgos idénticos al modelo que nos ocupa, lo cierto es que presentan un grado de similitud considerable. Por otra parte también es posible que la pintora haya decidido no reproducir un modelo concreto, sino un busto tipo de los que el escultor habría realizado en repetidas ocasiones.
Bustos de Felipe II. Pompeo Leoni del MNP y del MET
- Un retrato del Príncipe D. Carlos de Sofonisba, Dama de la Reina Doña Isabel, la francesa, con su marco negro y dorado... (300)
Copia del desaparecido Retrato de Don Carlos de Sofonisba Anguissola por A. Sánchez Coello
El hecho de poseer uno de los dos únicos retratos que realiza Sofonisba Anguissola del príncipe Carlos, hoy desaparecidos, (identificando sin duda su autoría, a pesar de que, como sabemos, Sánchez Coello realizó por encargo del príncipe hasta dieciséis copias del retrato) demuestra que el escultor conocía y admiraba a la pintora, sobre todo si tenemos en cuenta que ella no vende jamás sus obras sino que las regala (o incluso cabría pensar que entre ambos artistas se hubiera realizado un intercambio.)
Por la lectura del Inventario vemos que Leoni dispone de retratos reales de primer orden pintados por Tiziano, Moro, Sánchez Coello y otros. Se trata en todo caso de cuadros de su propiedad que podría haber adquirido para utilizarlos como modelos para las estatuas funerarias que realizara por encargo del rey para la Basílica del Escorial.
Pompeo Leoni. Grupo escultórico de Felipe II en la basílica del Escorial
Pero además no podemos dejar de fijarnos en dos obras que figuran en el Inventario y valoración de los bienes del escultor que podrían ser la clave del Retrato de Pompeo Leoni que nos ocupa:
- Un retrato del rey Felipe II, de alabastro de medio cuerpo, arriba armado que está sobre el escritorio... (1.000)
- Otro retrato grande de Pompeio que no está acabado, tiene una estatua de mármol en él, pintada... (66)
Podríamos tener aquí no solo la posible referencia al retrato que comentamos de Pompeo Leoni sino también la del busto del rey que aparece en la pintura.
La fecha del cuadro y la edad de Pompeo Leoni
La mayoría de autores establece para esta obra una fecha que guarda relación con la tradicional atribución a El Greco; así, teniendo en cuenta que el pintor llega a España en 1576 consideran que en ningún caso el retrato pudo realizarse con anterioridad a esa fecha, y por ello la utilizan como punto de partida para datar la obra, que Mayer y Wethey fijan en una horquilla que va del 1577 al 1580 y Camón Aznar lo considera de 1577.
Por mi parte creo que el retrato es anterior a las fechas citadas. Siguiendo a la especialista Maria Kusche es preciso considerar una fecha en torno a 1565 y ello fundamentalmente por razones de edad ya que la imagen del escultor que se nos presenta es la de un hombre joven que no parece tener más de 35 o 36 años. Si el retrato hubiera sido realizado entre 1576 y 1580, Pompeo tendría entre 46 y 50 años, lo cual queda fuera de cualquier apreciación. Ello además reafirma la idea de la autoría de Sofonisba pues coincide plenamente con sus años de estancia en la corte española, de la que como sabemos no partirá hasta 1573, cuando, una vez casada, abandone la corte española para instalarse en Sicilia.
Aunque no creo que exista fundamento para la atribución al Greco del retrato del escultor, lo que resulta bastante probable es que hubiera algún contacto entre ambos artistas, pues consta que Pompeo Leoni se traslada a Toledo para la realización del pedestal de la urna de las reliquias de san Eugenio en la catedral, obra que deja sin terminar al requerir, en 1579, Felipe II sus servicios en exclusiva para la realización de las esculturas de Basílica del Escorial.
Además, en el Inventario de bienes antes mencionado figuran dos obras inacabadas del pintor griego: Un lienzo bosquejado de un Salvador, de mano de Dominico Greco (20) y Otro retrato bosquejado de mano de Domingo Greco (40) lo que hace suponer no solo en un posible contacto entre ambos artistas, sino también la admiración del escultor por la obra de el Greco. Sin embargo cuesta pensar en una especial buena relación entre ellos si tenemos en cuenta que en el pleito por las pinturas realizadas por el Greco para el Hospital de la Caridad de Illescas, Pompeo Leoni es llamado para hacer la valoración por la parte contraria al pintor.
Historial del Retrato de Pompeo Leoni
Inventario de Pompeo Leoni 1609
Galería Española, Louvre, París, 1838;
Louis-Phillippe. Venta a Christie's 1853 Londres.
Stirling Maxwell Col. Keir. Escocia 1853-57
Rosenberg and Stiebel, Nueva York.
Ginebra. Colección particular.
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