miércoles, 9 de marzo de 2016

FELIPE II PINTADO POR SOFONISBA ANGUISSOLA Y SUS "SECUELAS"


"Es increíble, un cuadro que parecía tan masculino y tan español, resulta que es de una mujer y además italiana, ¿no es fantástico?
Antonio Saura  ABC 10/4/2001

La imagen retocada de Felipe II 

Este retrato de Felipe II datado en 1573 forma pareja con el de su cuarta esposa, Ana de Austria, pintados ambos por Sofonisba Anguissola y están colocados en la Sala 56 del Museo del Prado. A pesar de su aspecto limpio y nítido, esconde una primera versión del mismo realizada ocho años antes, en 1565, cuando el monarca todavía estaba casado con la francesa Isabel de Valois. Se trata de una obra emblemática que formó parte del grupo selecto de 50 cuadros que fueron escogidos para ser enviados al Museo Napoleón y reclamados posteriormente para el Prado a donde volvieron en 1827.

La imagen es de una gran sencillez y sobriedad; de más de medio cuerpo, el personaje mira de frente al espectador, viste de negro con una fina capa y sombrero alto, cuello y puños de puntas; el toisoncillo sobre el pecho colgado de un discreto cordón; en la mano izquierda, el rosario; la diestra apoyada en la voluta de madera del brazo del sillón tapizado de rojo, único toque de color en la obra del que sólo se aprecia ahora una pequeña parte, pues el cuadro fue recortado; por debajo del brazo izquierdo asoma el pomo de la espada que actúa más como símbolo que como arma. 
Sofonisba Anguissola. Retrato de Felipe II, 1573. Museo del Prado

Corre el año 1573, último año de estancia de Sofonisba Anguissola en la corte española en la que han transcurrido más de catorce años de su vida, desde su llegada el año 1559. Desde hace cinco años ya no ejerce la función de Dama de Honor de la difunta reina Isabel de Valois; se le asignan tareas relacionadas con la educación de las infantas, y continúa pintando retratos de la familia real y sus allegados cuando recibe el encargo de realizar un grupo familiar, formado por las dos hijas del rey y por la pareja real, es decir, el rey y su cuarta esposa, su sobrina Ana de Austria, todos vestidos de luto. Los retratos femeninos del grupo se realizan ex novo y no sabemos exactamente la razón por la que se adapta para la ocasión un retrato anterior del rey.
 
Grupo familiar: Ana de Austria, Felipe II, 
Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela. 1573

Mientras los retratos de la pareja real se encuentran normalmente juntos, expuestos en el Museo del Prado, los de las infantas se encuentran separados, el de Isabel Clara Eugenia en la Galería Sabauda de Turín y el de Catalina Micaela con flor en el pelo y un tití, en una colección privada en Londres.

Hay quien piensa que el luto obedecería al hecho de que ese año se efectuaron los traslados de sus familiares fallecidos al Escorial, aunque también podría ser debido a la muerte en septiembre de ese mismo año de la princesa Juana, hermana del rey, que es un personaje fundamental en la familia, tanto para el propio Felipe II como para las infantas, con las que la princesa mantuvo una estrecha relación.

La atribución del retrato de Felipe II a Sofonisba Anguissola

El retrato de Felipe II estuvo atribuido durante siglos a Juan Pantoja de la Cruz, tal y como aparece en diferentes inventarios del Alcázar de Madrid y posteriormente, en los años cuarenta del siglo pasado se atribuye Alonso Sánchez Coello en el proceso de revalorización que se produjo de ese pintor en el que se le fueron adjudicando diferentes obras de su época a pesar de que algunas correspondían a la pintora cremonesa con la que coincidió en la corte de Felipe II. Pero también a mediados del siglo pasado empiezan a oírse voces que ponen en duda esas atribuciones y se sugiere la posibilidad de un pincel italiano, que pronto se concretaría en el de la pintora Sofonisba Anguissola.

Su presencia en los INVENTARIOS REALES se inicia en el del Alcázar de Madrid. 1686 donde se menciona por primera vez que la obra se encuentra en la "Pieza de la Torre". También la encontramos en otros inventarios como el de Felipe IV, Alcázar de Madrid, 1636. (Un retrato de medio cuerpo arriba del Señor Rei Phelipe segundo bestido de negro con un rosario en la mano y la gorra puesta y capa.), o en el de la Testamentaría Carlos III, Buen Retiro, 1794. donde se le adjudica el nº 288 y se atribuye a Pantoja. En el Inventario Real del Museo de 1857 se mantiene la atribución a Pantoja y se cambia su numeración al nº 277. Finalmente el Inventario general de 1990, mantiene el277 y la autoría de Pantoja aunque se apunta la posibilidad de que la obra pueda ser de Sofonisba "Anguisciola".

He remarcado las referencias a las variaciones en el número de catálogo asignado porque se percibe una incoherencia entre la numeración y la imagen ya que se ve claramente en la fotografía cómo el número más antiguo, el 288 (1794) se superpone al más moderno, el 277 (1857), según los inventarios mencionados, cuando debería ser al contrario.
Las dos numeraciones que puede observarse actualmente 
en el extremo inferior derecho del retrato.
Imagen antigua y fotografia (IPCE) en las que figura únicamente el nº 277
 y no el anterior 288 que ha "reaparecido" en la última restauración.

En cuanto a los CATÁLOGOS DEL MUSEO, la obra ha estado presente desde las primeras ediciones con su atribución a Pantoja, y no es hasta el Catálogo de 1945, realizado Sánchez Cantón, cuando se adjudica por primera vez a Sánchez Coello y se le asigna su numeración actual, el nº 1036. Posteriormente en el Catálogo de 1972 se alude a la opinión de Diego Angulo Íñiguez, (Pintura del Renacimiento, «Ars Hispaniae», vol. XII, Madrid 1954), que pone en duda la autoría de Sánchez Coello y se apunta la posibilidad de que el retrato sea de Sofonisba Anguissola. Finalmente esta última atribución a la pintora italiana se establece ya sin duda en el  Catálogo de 1985, sin que se plantee ningún tipo de duda al respecto.

A pesar de que la atribución a Sofonisba ya se había dado por cierta en 1985, la autoría se consolida a partir de la exposición que tuvo lugar en el Museo del Prado en 1990 sobre Alonso Sánchez Coello y el retrato en la corte de Felipe II, que supuso la oportunidad de realizar análisis técnicos de esta obra, junto con su pareja, la reina Ana de Austria, que concluyeron con la definitiva adjudicación de ambas obras a la gran pintora cremonesa. El estudio técnico, realizado por la especialista Carmen Garrido, se encuentra en el magnífico Catálogo de esa exposición que se puede consultar on line en la nueva web del Museo del Prado.

La actualización del Retrato

Imagen radiográfica de la obra. Catálogo Exposición de 1990

Como hemos comentado, en 1573 Sofonisba Anguissola, quizás por deseo expreso del rey, o por falta de tiempo, decide actualizar el retrato del monarca en lo que se refiere a su tamaño, pose y vestuario para acomodarlo al de su cuarta esposa, Ana de Austria y formar parte del grupo familiar.

Respecto al tamaño, se recortan ligeramente los bordes, a pesar de lo cual el retrato sigue siendo algo mayor que el de su pareja (86,5 x 71,3 cm. frente a 86,2 x 67,5 cm.). En cuanto al vestuario la radiografía muestra que, inicialmente, el rey se cubría con un voluminoso bohemio en lugar de la fina capa oscura que luce en la actualidad; y es en la pose donde se ven las modificaciones más significativas ya que la mano derecha que se situaba sobre el pecho se apoyará en la nueva versión sobre el brazo de un sillón, mientras que la izquierda, que parece estar jugando con algo, probablemente el Toisón, pasará a sujetar un rosario de cuentas de madera. (No hay que olvidar que la iglesia instituye ese mismo año la fiesta de la Virgen del Rosario el 7 de octubre, en recuerdo de la victoria de Lepanto.)

Sin embargo la pintora conserva intactos los rasgos fisonómicos del rey que ofrece una imagen más joven de lo que era en la fecha en que se realiza la adaptación [1573]. Cabe pensar que fuera el propio rey quien indicara a la pintora que no modificara esa parte del retrato para no distanciarse demasiado del retrato de su esposa, veintidós años más joven que él, y seguramente por sentirse cómodo con su imagen y no querer variarla. Es un hecho conocido que en su momento el retrato había complacido mucho al monarca ya que en agradecimiento asignó a la pintora una pensión vitalicia y le regaló una joya.

COPIAS E INTERPRETACIONES

Muchas copias se han hecho de este retrato tanto coetáneas como posteriores dada la calidad e importancia del retrato que a mi juicio es el que representa con más fidelidad el espíritu y la psicología del rey prudente. Muchas de ellas carecen de la calidad necesaria para ser tomadas en consideración, pero merece la pena detenerse en algunas de las más significativas.

La copia de SÁNCHEZ COELLO en el KHM

El primer copista en tiempo e importancia, es su contemporáneo Alonso Sánchez Coello que como pintor "oficial" realiza con frecuencia esta tarea de copiador de los retratos que realizaba la pintora italiana. Recordemos que están documentados diversos encargos en este sentido como las trece copias que le fueron encargadas del retrato que Sofonisba había realizado del príncipe heredero Carlos de Austria, que luego se ampliaron a otras seis más.

Izq. Felipe II original de S. Anguissola (det.).     A la dcha. Copia de A. Sánchez Coello, KHM

La copia de Sánchez Coello, que se conserva en la Galería de Retratos del Castillo de Ambras del Kunsthistoriches Museum, en Innsbruck, es de menor tamaño ya que solamente deja ver el busto y no los brazos del monarca. A pesar de las similitudes que presenta con el original dista mucho de la obra de la pintora que es de una mayor calidad y expresividad. La obra de Sánchez Coello, correcta técnicamente, carece de la sensación de cercanía y calidez de las que goza el retrato original que la pintora consigue expresar y ello aun a pesar de la sobriedad de la imagen y los colores utilizados.

También es interesante señalar las similitudes existentes entre el Retrato de Sofonisba y la versión que Sánchez Coello realiza de cuerpo entero que se conserva en la Galería del Palazzo Pitti (Florencia), con una inscripción que indica la edad del rey: AETATIS SUAE LX, por lo que habría que datarlo en 1587. El museo conserva la documentación de que el retrato fue enviado ese año al Gran Duque de Florencia, pero la especialista Maria Kusche considera que fue pintado con anterioridad siguiendo el modelo "adaptado" de Sofonisba, aunque su realismo sea más acusado y haya perdido la "dulzura" propia del retrato de la pintora.

A.Sánchez Coello. Retrato de Felipe II con 60 años
1587? Palazzo Pitti - Florencia

No es la primera vez que el pintor Sánchez Coello realiza una versión de un retrato de cuerpo entero basada en uno de tres cuartos de Sofonisba, como ocurre con el Retrato de Alejandro Farnesio de tres cuartos de la Galería Nacional de Dublín, copiado por el pintor de cuerpo entero.
Alejandro Farnesio de Sofonisba Anguissola en el Museo Nacional de Dublin (izq.)
Versión del mismo personaje por A. Sánchez Coello. Col. Particular (dcha.)


OTRAS VERSIONES ANÓNIMAS

Existen muchas copias del Felipe II de Sofonisba aunque a menudo muestran un bajo nivel de calidad. He elegido como representativas las dos que se muestran a continuación, ambas de autor anónimo.

La primera procede del Museo de Bellas Artes de la Habana donde el retrato entró como "Anónimo siglo XIX copiando a Alonso Sanchez Coello". El Museo indica que se trata de una copia con ligeras variaciones del conocido retrato de Felipe II (1573) de Sofonisba Anguissola, señalando sus semejanzas con la técnica y el estilo de la artista italiana.

La segunda imagen es el detalle de un retrato realizado por un  pintor anónimo español, perteneciente a una colección privada, también guarda evidentes semejanzas con la obra del Museo del Prado.

Retratos anónimos de Felipe II. Izq. MBA La Habana H.1865. Der. Col. Particular

La versión de Salvador Martínez Cubells
Salvador Martinez Cubells. Copia del retrato de Felipe II de Sofonisba Anguissola. 
Colección Casa de Alba

Esta copia de pequeño formato, (20 x 30 cm. aprox.) perteneciente a la Colección Alba, se realiza en la segunda mitad del siglo XIX por el pintor Salvador Martínez Cubells, quien respetando lo esencial de la pintora italiana, interpreta el retrato dándole una personalidad propia de gran detallismo y delicadeza.

Salvador Martínez Cubells (1845-1914) hijo del pintor Francisco Martínez Yago y padre del también pintor Enrique Martínez Cubellsfue un hombre polifacético que desarrolló profesionalmente las actividades de pintor, restaurador, profesor y decorador. Con veinticuatro años, en 1869 se convirtió en primer restaurador del Museo del Prado, cargo que ejerció durante veintiséis años, al principio bajo la dirección de Gisbert y posteriormente con Sans Cabot y Federico de Madrazo. Creó una escuela de restauradores, que tuvo vigencia hasta principios del siglo XX.

A pesar de su amplia actividad dedicada a la pinacoteca nacional, la tarea de restauración que le dio fama no la realiza para el Prado sino para el barón de Erlanger, un banquero de París propietario de la Quinta del Sordo, que le encargó trasladar a lienzo las 14 Pinturas negras de Francisco de Goya. El proceso de arrancado y posterior traslado, aunque lento fue completado con éxito, a pesar del deterioro visible en muchas de ellas y de las dificultades técnicas del procedimiento utilizado. Hay que señalar como novedad que para realizar el trabajo contó con la colaboración de Laurent que fotografió las pinturas antes de ser arrancadas para que pudieran servir como guía en el traslado a lienzo.
Salvador Martínez Cubells  pintado por su hijo en 1901. MNP

Alcanzó fama como retratista, también realizó copias de retratos famosos como este de Felipe II o la copia del autorretrato de Sánchez Coello y pintó asimismo cuadros de historia. El Museo del Prado conserva alrededor de una quincena de sus obras aunque la mayoría se encuentran dispersas en diferentes instituciones. Como ya comentábamos en otra entrada referida al restaurador-pintor Vicente Poleró, no parece que el Museo guarde especial consideración a los que dedicaron gran parte de su vida a la institución.

GRABADOS

La imagen del retrato del rey realizado por Sofonisba es una de las más reproducidas en dibujos y grabados a través de todas las épocas desde el siglo XVI a nuestros días.


El retrato del rey en otras obras

De la importancia del Retrato de Felipe II de Sofonisba Anguissola hablan no solamente sus copias y secuelas sino también las numerosas veces que se ha reproducido de uno u otro modo, siendo el más curioso su presencia en obras realizadas por otros pintores, principalmente en el ámbito de la pintura de historia española del siglo XIX, de las que incorporo algunos ejemplos para finalizar.

En la obra El príncipe Carlos y el Duque de Alba, de José Uría y Uría, del MNP, pintado en 1881, podemos ver el retrato de Felipe II colgado en la pared de la izquierda.
J. Uría, El príncipe Carlos y el Duque de Alba. MNP

Del mismo modo en una de las versiones de la Cámara de Felipe IV de Vicente Poleró podemos verlo en primer término a la derecha. De la obra, en paradero desconocido, solamente conocemos la imagen que conserva la fototeca del Instituto de Patrimonio Cultural de España.
V. Poleró. Cámara de Felipe IV

En otras obras la imagen de Felipe II de Sofonisba sirve de modelo reconocible para la representación del personaje del rey  que aparece en una escena histórica. Sirvan como muestra dos obras, una de Valdivieso y otra de Gisbert.

D. Valdivieso. Felipe II presencia un auto de fe. 1871  
MNP (Univ. C. Barcelona)
A. Gisbert. Últimos momentos del príncipe Carlos. 1858
 Palacio Real de Madrid

La importancia que alcanzó Sofonisba Anguissola  y su influjo en la retratística española tanto en su época como posteriormente, hasta el día de hoy, podría bien medirse por la cantidad de copias que otros pintores de primera linea hicieron de sus obras.


lunes, 22 de febrero de 2016

¿QUIÉN SE ACUERDA DE GUTIÉRREZ DE LA VEGA?

El pintor romántico José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra es el principal personaje de una saga familiar que a pesar de su origen cántabro se desenvuelve en la Sevilla del siglo XVIII y culmina en el Madrid del XIX. Puede considerarse el prototipo de un fenómeno frecuente en el panorama artístico decimonónico español, que es el del grupo familiar ligado a la actividad artística y cultural, superando ampliamente la clásica sucesión de un hijo o hija respecto al arte de su padre con el que aprende el “oficio”.
José Gutiérrez de la Vega Bocanegra. Maestro y discípulo. det., 1861. Museo del Romanticismo
(Posible retrato del pintor y su hijo)
(Posible autorretrato del pintor)

Además de los Gutiérrez de la Vega, podríamos hablar de los Madrazo, los Bécquer, los Mélida Alinari, los Ferrant, los Bellver, los Benlliure, los Zubiaurre y un amplio etcétera.

A menudo, la repetición de nombres en miembros de la famila de diferentes generaciones ha sido fuente de confusión a la hora de estudiar sus obras y actuaciones, como ocurre en el caso de los Gutiérrez de la Vega, en los que el equívoco se acentúa por el hecho de tener un apellido compuesto, lo que generalmente supone la omisión del segundo dando lugar a numerosos errores, incluso entre historiadores de la época.

Esta entrada dedicada a los Gutiérrez de la Vega tiene el objetivo de clarificar el “quién es quién y qué hace” cada uno de los miembros de la saga familiar.

LOS GUTIÉRREZ DE LA VEGA


Árbol de la familia Gutiérrez de la Vega (Elaboración propia)

1. JOSÉ, EL PRIMER GUTIÉRREZ DE LA VEGA QUE CONOCEMOS

La primera noticia de la familia Gutiérrez de la Vega nos la proporciona Gestoso (1) que habla de un José Gutiérrez de la Vega, del lugar de "Rávago", aunque otras fuentes le sitúan en Santa María de Bielba del municipio de Herrerías (2) - en ambos casos de Cantabria- nacido a principios del XVIII, de oficio grabador, que se traslada a Sevilla donde se casa en 1735 con Isabel Carrio.

Es lógico pensar que el desplazamiento se hubiera realizado en busca de trabajo, cuya huella puede encontrarse en algunas obras sevillanas como el carillón de la torre del reloj de la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla en la que aparece grabada una inscripción relativa a su autoría: “Se hizo en esta Real Fábrica. Año de 1759. Reinando Carlos III. Joseph Gutierrez fecit”

Carillón de la torre del Patio del Reloj de la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla

En Sevilla nacerán sus tres hijos: Gabriel (1736), José (1745) y Dionisio (1747) todos ellos bautizados en Omnium Sanctorum, histórica parroquia sevillana que tendrá mucha importancia para la vida personal y profesional de la familia. Siguiendo los pasos de su padre los tres se dedicarán al grabado, la talla y el dorado. Algunos de sus trabajos pueden encontrarse en la actualidad en diversas iglesias y retablos de la capital hispalense. 


2. GABRIEL GUTIÉRREZ DE LA VEGA Y CARRIO

El mayor de los hermanos ya nacidos en Sevilla, Gabriel, grabador y tallista, fue el artífice de la peana tallada en madera del Paso de Ntra. Sra. de Todos los Santos, de la parroquia de Omnium Sanctorum, que aún sigue procesionando. (3)

Paso procesional y la iglesia Omnium Sanctorum

También consta documentalmente que fue el restaurador del Sagrario de la Cartuja de Santa María de las Cuevas, (4) en la misma ciudad, que posteriormente fue trasladado a la iglesia de la Defensión en Jerez, (5) donde se encuentra en la actualidad.

El Sagrario y la Cartuja de la Defensión de Jerez

El 20 de marzo de 1757 Gabriel se casa con Ana Donoso de la vecina parroquia de San Julián, con quien tiene una hija, Isabel, y dos hijos: Salvador (h.1758) y José (1766) quienes, siguiendo la tradición familiar, desarrollan su actividad en Sevilla como artífices de la talla, dorado y grabado.


3. SALVADOR GUTIÉRREZ DE LA VEGA Y DONOSO (Y SU HIJO DEL MISMO NOMBRE)

Prácticamente no tenemos noticias de este Salvador que nacería en torno a 1758, pero a menudo encontramos referencias a un pintor de ese nombre del que se dice que era un “virtuoso copista de Murillo y pintor muy acreditado en Sevilla, de cuya Academia fue Director y profesor”.

Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento de Sevilla tiene una serie de obras de un pintor con ese nombre, Salvador Gutiérrez de la Vega, datadas en torno a 1860 por lo que no podían haber sido realizadas por este Salvador que había nacido cien años antes, lo que nos lleva a pensar en la existencia de un hijo del mismo nombre, a quien se referirían las menciones relacionadas, con la cualidad de copista de Murillo y en relación con la Academia de Bellas Artes sevillana.

A esta afirmación contribuye el hecho de que Madoz en su célebre Diccionario (6) mencione a un Salvador Gutiérrez de la Vega con el cargo de Teniente Director de la Academia de Bellas Artes de Sevilla, hacia 1849 como profesor de dibujo de Trozos y de Cabezas. 

Cuatro de las pinturas del Ayuntamiento comentadas, San Bernardo y la Virgen, Santa Justa y Santa Rufina y la Imposición de la casulla a san Ildefonso, de evidentes ecos murillescos, fueron compradas por la corporación sevillana en 1864 a un sobrino del pintor llamado Baldomero Romero, lo que bien puede indicar que el pintor murió sin descendencia y sus pinturas fueron heredadas por el sobrino. Finalmente, una quinta obra, Santa Margarita, copia del original de Tiziano del Museo del Prado, fue adquirida a la Real Sociedad Económica de Amigos del País.
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Salvador Gutiérrez de la Vega, Santa Justa y Santa Rufina, 1860. Ayuntamiento de Sevilla

 Izq.: Salvador Gutierrez de la Vega, Ayto.de Sevilla. Santa Margarita.
Dcha.: Tiziano. Santa Margarita Museo del Prado

4. JOSÉ GUTIÉRREZ DE LA VEGA Y DONOSO 

El segundo de los hermanos, llamado José como su abuelo cántabro, según cuenta Gestoso, fue arcabucero, grabador en metal y tallista en madera, artes en las que gozó de excelente reputación. Fue director de la fábrica de fusiles de Sevilla, en cuyo puesto prestó servicios importantes durante la invasión francesa. En 1818 consta una queja de los alcaldes del gremio de carpinteros de que José ejercía dicho arte sin acreditar su conocimiento y acudieron a la Audiencia que dictó auto absolutorio del mencionado artífice y mandó que no se le impidiese aquel ejercicio, antes bien, se le admitiese en él dada su notoria habilidad, sin que sufriese examen. 

Casado en la iglesia de San Juan de la Palma en 1788 con Antonia Bocanegra de Grazalema (Cádiz), tuvo dos hijos: José  y Manuel Gutierrez de la Vega y Bocanegra.

5. JOSÉ GUTIÉRREZ DE LA VEGA Y BOCANEGRA (1791-1865)

Para evitar los equívocos sobre la filiación del personaje nuclear de esta saga, el pintor José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra, el profesor Valverde publicó en su centenario (7) la partida de bautismo por la que quedaban aclarados todos sus datos personales, que literalmente dice así: 

«En jueves veintiocho días de diciembre de mil setecientos noventa y un años yo, Don José Hipólito Guiral, cura de la Santa Iglesia Parroquial de San Martín de esta ciudad de Sevilla bapticé solemnemente a Joseph, Gabriel, Dionisio, Antonio, Esteban, que nació el día veintiséis de dicho mes y año, a las siete de la mañana, hijo de don José Gutiérrez de la Vega y de doña Antonia Bocanegra, su legítima mujer; fué su madrina Isabel Gutiérrez de la Vega, su tía, vecina de la collación de San Lorenzo, a quien avisé el parentesco espiritual y la obligación de enseñarle la doctrina cristiana y lo firmé, fecha ut supra. Hon. Joseph Hipólito Guiral, cura.»  La partida está registrada en la parroquia de San Martín, de Sevilla.

Por completar la información, consultado el Padrón de Habitantes de Madrid realizado el 1º de enero de 1865 (año de su fallecimiento), figura la misma fecha de nacimiento, en Sevilla el 26 de diciembre de 1791, pero se indica que fue bautizado en la parroquia de Omnium Sanctorum. Error comprensible si tenemos en cuenta que era una parroquia muy ligada a los Gutiérrez de la Vega y que los datos del padrón fueron cumplimentados por su hijo menor Joaquín con quien convive y firma el documento indicando: "Por mi papá".

La imagen de José Gutiérrez de la Vega Bocanegra

Otra de las cuestiones pendiente de revisar en relación con este artista es su propia imagen, que al igual que su nombre y datación ha sido fuente de equívocos. Dos museos españoles dicen tener un retrato de este pintor: El Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Museo del Romanticismo.

El Museo de Bellas Artes de Bilbao posee una obra de la que dice ser el Autorretrato del pintor fechado en 1847, cuando éste tenía 56 años. La obra, que aparece firmada por José Gutiérrez de la Vega, no es un autorretrato. Sin duda representa el retrato de un pintor ya que aparece con los correspondientes atributos, la paleta y los pinceles, pero desconocemos a quien representa. aunque cabe aventurar que podría tratarse de su hijo mayor, José, también pintor, que en la fecha en que se realiza el retrato tendría 32 años.

El Museo Nacional del Romanticismo, posee una obra que entró en la institución como "Autorretrato" pero en la actualidad se considera que es el Retrato del pintor José Gutiérrez de la Vega realizado por Antonio María Esquivel, ya que al parecer su firma ha aflorado tras un proceso de restauración. Está datado en 1855, cuando Gutiérrez de la Vega tenía 64 años, lo cual no coincide en absoluto con el personaje retratado. De este retrato hablaremos más adelante, 
       
Izqda.: José Gutiérrez de la Vega Bocanegra. Autorretrato? 1847 M.B.A. Bilbao. 
Dcha.: A. Mª Esquivel. Retrato del Pintor José Gutiérrez de la Vega? 1855 M. del Romanticismo.

Ninguno de los dos retratos se adecúa a la edad que tendría el pintor cuando se dice fueron realizados, tampoco guardan similitudes entre sí ni existe ninguna coincidencia con la descripción que apunta el crítico y coleccionista Méndez Casal (8) que nos habla de su "rudo aspecto, tipo de fiereza y violencia" que más tarde recoge el profesor Guerrero Lovillo (9): “Físicamente José Gutiérrez de la Vega tenía un aspecto rudo, violento, pero en esta envoltura encerraba una sensibilidad exquisita y un alma delicada”. Imagen, por tanto, que dista mucho de la que reflejan los los retratos comentados.

Existe una imagen fidedigna de José Gutiérrez de la Vega, una fotografía del pintor que se conserva en la Biblioteca Nacional y en el Ateneo de Madrid que encaja a la perfección con la descripción del artista dejando poco margen al error y que nos permite identificarle y descartar como retratos del pintor las dos obras anteriormente comentadas.

Fotografía del Pintor José Gutiérrez de la Vega. BNE 17/LF/57/50.2.1

Sobre su vida y obras
Los datos fundamentales de su vida provienen de la única biografía que se ha publicado de este artista, escrita por Ana Mª Arias de Cossío (10). Por ella sabemos que se formó en el taller de su padre en su Sevilla natal, y que recibió enseñanzas de pintura en la Escuela de las Tres Nobles Artes de Sevilla desde muy temprano, ya que ingresó en la misma con solo doce años. Así, fue alternando sus estudios con el trabajo en el taller, además de dedicarse como todos los artistas sevillanos de su época a realizar copias de los grandes maestros barrocos, en especial de Murillo.

Suele decirse que en pintura se formó con su tío Salvador, aunque a tenor de lo comentado anteriormente probablemente se tratara del primo del mismo nombre que le precedió en ese campo, del que sabemos con certeza que fue profesor de la Real Escuela sevillana, y que fue también un virtuoso copista de Murillo y de Tiziano como atestiguan las obras que de él se conocen.

Vemos por tanto que en esta generación se produce un salto cualitativo fundamental en la saga familiar, pasando de ser artífices de la talla y el grabado a ser artistas de la pintura. Todo parece indicar que el camino lo abrió su primo Salvador y fue continuado por José con quien alcanza su mayor nivel. 

En 1808 a causa del cierre de la Escuela motivado por la guerra, José se traslada a Cádiz y a su regreso en 1813 contrae matrimonio con la gaditana Josefa López de la localidad de Grazalema. Continuó ligado a la Escuela en la que fue nombrado primero ayudante y después, en 1825, teniente director de Pintura. En 1828 se traslada de nuevo a Cádiz, donde establece relación con el cónsul inglés, W. Brackenbury, quien le protege y le introduce en el conocimiento de la pintura inglesa gracias a su importante colección, que va a marcar en un principio el estilo de José en materia de retratos. Allí realizó los del Cónsul con su mujer y sus hijas en 1830. También de esta época data su relación con el viajero y escritor Richard Ford, en Sevilla, que contribuye a reforzar la influencia inglesa en el estilo del pintor. De ese momento son los retratos de Richard Ford y su esposa Harriet Ford vestidos a la usanza española.
José Gutiérrez de la Vega. Retratos de Richard y Harriet Ford vestidos a la usanza española. 1831

En 1831 se desplaza a Madrid con su compañero de estudios y amigo, Antonio Mª Esquivel, para presentarse al concurso de ese año de la Academia de Bellas Artes madrileña. Ni a uno ni a otro les acompañó la suerte en esta ocasión ya que fue premiado el jovencísimo Carlos Luis de Ribera (hijo del académico Juan Antonio de Ribera) que con tan solo quince años se llevó el primer premio con su obra “Vasco Nuñez de Balboa descubre el mar del sur”, frente a artistas experimentados como Luis Ferrant, Leonardo Alenza o los propios Esquivel y Gutiérrez de la Vega (11).  No se desanimaron ambos amigos y volvieron a presentarse al concurso para proveer plazas que se convocó al año siguiente en el que Gutiérrez de la Vega presentó su obra «La última comunión de San Fernando» obteniendo primer premio con el que se produce su entrada en la Academia como académico de mérito.

Realmente su relación con la institución había comenzado con anterioridad ya que el pintor había regalado a la Academia en 1829 una pintura que le fue muy agradecida. Se trata de la Copia del Retrato de Andrés Andrade y Lacal de Murillo, que la Academia sigue conservando en la actualidad, y cuyo original se encuentra en el Metropolitan Museum of Art‎,

José Gutiérrez de la vega. Copia de Retrato de Andrade y Lacal de Murillo. 1829 RABASF y Ultima Comunión de San Fernando 1832. RABASF. Madrid

En 1835, estando ya en Madrid, fue nombrado pintor honorario de cámara y teniente director de Pintura de la Escuela sevillana. Retrató a la regente y a sus hijas, la futura reina Isabel II y su hermana la infanta Luisa Fernanda, magníficos retratos con los que se granjeó el favor de la corte, consiguiendo por intercesión de la regente el nombramiento de Director General y la elevación al rango de Academia de la Escuela Sevillana. Sus trabajos en la corte no le permitieron tomar posesión del cargo hasta 1843, pero debido a sus prolongadas ausencias, seguramente motivadas por la falta de pago de sueldo desde su nombramiento a causa de las dificultades económicas que padecía la institución (12), tuvo que dimitir del cargo en 1847, por lo que continuó desarrollando su carrera en Madrid, como profesor de pintura y principalmente como pintor de retratos. 
José Gutiérrez de la Vega. Isabel II, 1845.  Mº Romanticismo

Su relación con Esquivel continúa siendo estrecha, ambos participan en la creación y puesta en marcha del Liceo Artístico y Literario (1837-1851), que supuso un ámbito de creatividad artística que va a gozar de gran éxito y en el que participarán tanto como profesores como en las tareas de dirección y organización.

Entre su retratos uno de los más famosos es el de Mariano José de Larra que se ha convertido en la imagen canónica del escritor, que se encuentra en el Museo del Romanticismo. En el Museo de Historia de Madrid se encuentra el retrato de Dolores Armijo, la amante que, al parecer, fue una de las posibles causas de su suicidio. (Sobre este tema ver Larra y Armijo. Retratos con historia en este blog.)
José Gutiérrez de la Vega. Retrato de Larra (1835, MROM) y Retrato de Dolores Armijo (1828-MºHªMadrid)

El Museo del Romanticismo dispone de un Retrato de Señora del que dice, podría ser Dolores Armijo, lo cual es bastante improbable, en primer lugar por la falta de similitud con el retrato fidedigno del Museo de Historia de Madrid, pero además, por el año en que está fechado, 1840, En ese año Gutierrez de la Vega no pudo pintar a Dolores Armijo pues ella se encontraba muy lejos, en Manila (Filipinas), a donde fue a reunirse con su marido, José Mª Cambronero que estaba allí destinado.
José Gutiérrez de la Vega. Retrato de  Señora ¿Dolores Armijo? (1840)

Gutiérrez pintó a su mujer, Josefa López, en varias ocasiones, quizás la más interesante sea en el Retrato de Señora (actualmente conocido como Retrato de la mujer del Artista) que se conserva en el Museo del Romanticismo, en el que aparece representada de cuerpo entero en una curiosa actitud de colaboración hacia su marido pintor, moliendo colores, que hace pensar que quizás pudiera ser ella también pintora. Detrás de ella vemos en un caballete retratado un caballero joven de la época no identificado. Se ha dicho que el retrato de su mujer evidencia un cierto influjo goyesco, que también puede verse en el Retrato de la Duquesa de Frías vestida de manola que guarda el Museo del Prado en el almacén.
  
José Gutiérrez de la Vega, Izq.: Retrato de la mujer del artista, 1837. MROM
                      Dcha.: Retrato de la Duquesa de Frías vestida de manola, 1835. MNP                       

El Museo del Prado conserva dos Retratos de Señora que, a diferencia del caso anterior, fueron adquiridos como Retratos de la Mujer del Pintor, aunque en la actualidad dicho título ha cambiado al parecer por la falta de semejanza con otros retratos conocidos de ella; dice la información del Museo que “La comparación de sus facciones con los retratos seguros (?) de la esposa del artista no permite mantener tal identificación”. 

Detalles de los dos Retratos de Señora que conserva el Museo del Prado a ambos lados del de la Mujer del artista del Museo Romántico

También conserva el Museo del Prado cuatro retratos de políticos de los muchos que realizó este pintor, que forman parte del Prado Disperso y se encuentran depositados en el Ministerio de Fomento.

De izquierda a derecha: Nicomedes Pastor Díaz (1848) Juan Bravo Murillo ( 1848) Antonio Ros de Olano (1849) y Manuel Seijas Lozano (1850).

Sus obras más valoradas son los retratos femeninos que se caracterizan por el uso de un lenguaje romántico, la importancia del dibujo, la utilización de colores con un aspecto vaporoso y la luminosidad de los tonos de la piel; en ellos se mezclan las influencias comentadas: Murillo, la pintura inglesa y el influjo goyesco. Como muestra, el extraordinario Retrato de Gema del Museo de Bellas Artes de la Habana.
José Gutiérrez de la Vega Bocanegra. 1840. Retrato de Gema. Museo de Bellas Artes de la Habana

De su matrimonio con Josefa López nacieron tres hijos, todos ellos pintores: José (1815-1867), Francisco (h.1820) y Joaquín (1830-1900) y dos hijas, una de ellas de nombre Mª Dolores, también pintora.

5.1 JOSÉ GUTIÉRREZ DE LA VEGA LÓPEZ 

El mayor de los hermanos Gutiérrez de la Vega López nace probablemente en Granada en 1815. Siendo muy joven, en 1830, se traslada con su padre a Madrid donde inicia su aprendizaje de pintura en el Liceo Artístico y en el Instituto de España donde consta que realizaba acuarelas que eran muy solicitadas. A pesar de que existen diversas referencias a su participación en exposiciones, apenas se conocen obras suyas, ni tan siquiera las acuarelas que tanto nombre le dieron. La profesora Illán Martín comenta en sendos artículos dos escenas costumbristas (14) y un Retrato del General Azlor de Aragón (15) de 1860, firmado como “José Gutiérrez de la vega hijo”, perteneciente a una colección privada pacense.

Por ella sabemos que en 1857 se traslada a Badajoz donde ejercerá de profesor sustituto en el recién creado Instituto de Segunda Enseñanza, plaza que conseguirá en propiedad finalmente el año 1864. Muere en 1867, sólo dos años después de su padre. Algunos pintores pacenses como Caballero Villarroel o Checa Delicado le reconocen como maestro.
José Gutiérrez de la Vega, hijo. 
Retrato del General Azlor de Aragón 1860 Col. privada.


5.2 FRANCISCO GUTIÉRREZ DE LA VEGA LÓPEZ

No conocemos la fecha del nacimiento del segundo hijo, Francisco, que debió ocurrir en torno a 1820, ya que entre el nacimiento de José, el mayor (1815) y de Joaquín, el menor (1830) nacen Francisco y sus dos hermanas. Las referencias de la época le hacen natural de Sevilla. Dedicado también a la pintura que aprende junto a su padre, consta su participación en diversas exposiciones. 

En el Catálogo de la Exposición de 1856 consta la presentación de un Retrato de cuerpo entero de hombrefirmado y fechado en 1855, que en la actualidad se encuentra en el Museo del Romanticismo (no expuesto), en donde consideran que podría tratarse de un retrato de su hermano mayor, José.
Francisco G. de la Vega López. Retrato de cuerpo entero de hombre. 
1855 Mº Romanticismo
Imagen del Catálogo de la Exposición y referencia de la obra. En el diario La España, 29 de mayo de 1856 se dice que es natural de Sevilla, corrigiendo la información "natural de Granada" que aparece en el Catálogo.

Sabemos también que Francisco acompaña a Italia en 1849, como dibujante y pintor, a su primo el político y escritor José Gutiérrez de la Vega y Moncloa (del que se hablará más adelante) que será el cronista de la expedición que envía el gobierno español en apoyo del Papa Pío XI.

        "...el joven artista don Francisco Gutiérrez de la Vega que pocos días antes se nos había unido en Narni; ...acompañábamos en el mismo carruaje un ayudante de campo del general en jefe y el entusiasmado artista, provisto de su paleta y sus colores, y lleno de esperanza de contemplar a Pío IX, como si dijéramos a tiro de pincel, con el fin de trasladar al lienzo su angelical figura, que tan natural y expresivamente se representa en el retrato que conserva en su estudio de Madrid."(18)


5.3 JOAQUÍN GUTIÉRREZ DE LA VEGA LÓPEZ (1830-1910)

Nacido en Sevilla el 26 de febrero de 1830, al igual que sus hermanos, Joaquín, el menor, se formó junto a su padre y estudió pintura en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. A decir de la profesora Illán Martín, fue “el único de los tres hermanos que no pudo llegar a dedicarse profesionalmente a la pintura, aunque no dejó de ejercerla” (15), lo que no deja de sorprender ya que se conocen más obras de este hermano que de los otros dos juntos, que sí se consideran pintores "profesionales".  En todo caso, en el Padrón madrileño de 1º de enero de 1865, por el que conocemos que vivía con su padre, entonces viudo de 74 años, en la C/ Luzón, 3, nos permite conocer con exactitud su fecha y lugar de nacimiento, Joaquín indica un doble oficio: "Pintor y Empleado de Telégrafos"

Según Osorio y Bernard (12) información que también se recoge en el Museo del Prado, el pintor consiguió por mediación de su padre el encargo de realizar para el Museo Nacional de Pinturas los Retratos de las Reinas Sancha de León y Ormesinda de Asturias, destinados a completar la «Serie cronológica de los reyes de España». La reina Ormesinda (o Ermesinda) de Asturias se encuentra depositada por el Museo del Prado en el Museo de Covadonga.
Joaquín Gutiérrez de la Vega López. La Reina Ormesinda de Asturias. 1864 (Mº de Covadonga). MNP  y Doña Sancha, Reina de León. 1864  Palacio Arzobispal de Madrid P03523 MNP

Ambas obras  están firmadas por Joaquín y ello a pesar de que en el Archivo del Museo existe un documento en el que consta que el encargo del Retrato de la Reina Doña Sancha de León fue realizado a su hermano Francisco: 
        "Minuta de oficio del Director del Real Museo de Pintura y Escultura al Intendente General de la Real Casa, por la que encarga a Francisco Gutiérrez un retrato de Doña Sancha, reina de León, para la serie cronológica de los Reyes de España.Caja : 352 / Legajo: 18.06 / Nº Exp.14 / Nº 6."

La firma de Joaquín en la obra no deja lugar a dudas de que a pesar de que el encargo se hiciera a su hermano, la obra fue realizada por Joaquín.

Además de dibujos y grabados y de un retrato de su primo José, del que hablaremos más adelante, el Museo del Prado tiene otra obra de este pintor, el Retrato de Antonio Romero Ortiz, que fue Ministro de Ultramar. La obra estuvo depositada en el Museo de la Rioja y en la actualidad se encuentra en no muy buen estado en el almacén del Museo del Prado.
Joaquín Gutiérrez de la Vega. 
Retrato de Antonio Romero Ortiz, 1886. MNP (Almacén)
Firmado y fechado: "Joaquín Gutiérrez de la Vega/1886", en el ángulo inferior derecho

Joaquín estaba relacionado con el Ministerio de Ultramar como Auxiliar de Telégrafos del mismo. En 1867 fue propuesto por el Gobernador de Cuba (que casualmente era su primo José Gutiérrez de la Vega y Moncloa), para ocupar en la isla el puesto de Jefe de Línea con destino al cable submarino.
Propuesta de nombramiento de Jefe de Línea en la isla de Cuba de Joaquín G. de La Vega. 1867

No obstante sabemos que esa no será su ocupación definitiva ya que en su hoja de servicios (AHN/FC-Mº Hacienda, 3206, Ex.86) consta que en 1886 ostenta el cargo de contador de segunda clase del Tribunal de Cuentas del Reino y en 1892 leemos en La Correspondencia (13 enero) que se le conceden honores de jefe superior de Administración. También sabemos que se casa con la viuda Clara Felisa Enriquez, a quien se reconocerá pensión en 1910 tras la muerte del pintor. (AGA Topográfico,12,51-60, CA,19827) 

Las hijas del Pintor 

De las dos hijas del pintor José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra, hermanas de los anteriores, apenas conocemos algo más que el nombre de una de ellas, María Dolores Gutiérrez López, que también es pintora. De la menor, sabemos por el contenido de una carta que el pintor dirige a la Academia sevillana en noviembre de 1846, que padecía una grave enfermedad.(12). Ambas fueron retratadas juntas, al menos en una ocasión, por su padre. El Retrato de las hijas del pintor, de la colección Mendez Casal, lo reproduce Arias de Cossío en su biografía. (10)

María de los Dolores Gutiérrez figura en la información de la Exposición Sevillana de 1858 (16) como pintora contemporánea entre la lista de premiados con mención honorífica por un cuadro al óleo que había presentado. También consta que en 1861 regaló un lienzo titulado Los Desposorios para la rifa destinada a obtener recursos para levantar un monumento al pintor Murillo en Sevilla.(13). Hay que recordar que su padre, gran admirador y seguidor de este pintor, fue según Guerrero Lovillo el promotor del monumento que finalmente se le dedicó en Sevilla, una réplica del cual se levantó posteriormente junto al Museo del Prado.

El título de la obra mencionada trae a la memoria un cuadro del Museo del Romanticismo atribuido sin gran fundamento a su padre del que podría ser estudiada la posibilidad de que se tratara de la obra pintada por su hija Mª Dolores.
Atrib. a José G.de la Vega Bocanegra, 
Una boda en 1830, MROM


6. MANUEL GUTIÉRREZ DE LA VEGA Y BOCANEGRA (1794-1866)


Volviendo al tiempo del principal pintor de la saga, José, su hermano menor llamado Manuel que nació en 1794, fue bautizado en la parroquia de San Martín y murió en la Nochebuena de 1866, se distinguió como grabador y armero, según la información que su hijo le proporciona a Gestoso (1). Por dicha información sabemos que se casó en 1823 en la parroquia de San Gil con Manuela Moncloa. 

No podemos descartar que en la última etapa de su vida profesional ejerciera el periodismo como redactor de El León Español (1854-1860) diario inspirado y dirigido por su hijo como órgano del Partido Moderado, para pasar en 1860, con la misma función, al recién creado El Contemporáneo, que sustituyó al anterior en su función partidista, trabajo que realizó hasta 1865, tal como recoge Osorio y Bernard en su Catálogo de  Periodistas del Siglo XIX. .

El matrimonio Gutiérrez de la Vega-Moncloa tuvo un hijo, José Antonio, y probablemente una hija de nombre Trinidad que aparece junto a su madre, Manuela Moncloa en un periódico de la época, ( Suplemento al nº 1710 de El Pensamiento Español, del 20 de junio 1865), como firmantes de un manifiesto dirigido "A S.M. la Reina en contra del reconocimiento del titulado Reino de Italia"  entre el grupo de mujeres de Sevilla.

6.1 JOSÉ ANTONIO GUTIÉRREZ DE LA VEGA Y MONCLOA (Sevilla, 1824-Madrid, 1900)

Una singularidad dentro de los Gutiérrez de la Vega la constituye la presencia de este personaje, que sin ser pintor es uno de los más notables de la saga. Nacido en Sevilla el 24 de agosto de 1824, José Antonio Gutiérrez de la Vega y Moncloa, médico cirujano, escritor, periodista, historiador y político, mantuvo una constante relación con la rama “artística” de la familia. Por ello considero que debe formar parte de este grupo y sobre todo porque su imagen, que conocemos a través de fotografías, pinturas y grabados, nos proporciona claves fundamentales para la identificación de los retratos familiares. Físicamente se le describe como de color trigueño ojos pardos y pelo castaño. (17)

La figura de este personaje es difícil de clasificar ya que a lo largo de su vida cambió a menudo de dedicación siendo generalmente considerado como un hombre cultivado, inquieto, de gran erudición y amplios conocimientos de historia, literatura y arte. En Sevilla inició sus primeros estudios de filosofía que abandonó al trasladarse en 1840 a Madrid para formarse en el Colegio Nacional de Medicina y Cirugía. En 1843 solicita matricularse en el Colegio de Prácticos en el Arte de Curar de la Universidad Hispalense, aunque finalmente por problemas de convalidación sólo se le reconoció el título de cirujano de tercera clase en 1845. Una vez desestimado el ejercicio de la medicina, derivó hacia la historia de la misma, fundó el periódico El Heraldo Médico (1852) y creo una Biblioteca Médica en la que publicó una Historia de la sífilis (Madrid, 1851) y los Aforismos de Hipócrates entre otras. 

Continuando en el campo de la edición, creó la Biblioteca de Dramáticos Griegos en la que se publicó un solo volumen con nueve tragedias de Eurípides; en 1864, creó la Biblioteca de Escritores Granadinos "desde la civilización árabe hasta nuestros días" aunque solo llegó a publicarse el primer volumen con obras de Diego Hurtado de Mendoza, y en 1877 inicia la que quizás le ha dado mayor renombre, la Biblioteca Venatoria, "colección de obras clásicas españolas de montería, de cetrería y de caza menor, raras, inéditas o desconocidas, desde la formación del lenguaje hasta nuestros días para ilustración de los cazadores, deleite de los eruditos y gloria de la lengua castellana" iniciada en 1877 con el Libro de la Montería, seguida de la publicación de otras obras históricas dedicadas al mundo de la caza, que finalizó en 1899 con una obra propia, la "Cartilla venatoria para la enseñanza del perro de muestra". 

Finalmente durante su destino en Manila como Intendente de Hacienda creó la Biblioteca Histórica Filipina en la que se editarían "historias, crónicas, anales, memorias, relaciones, cartas, papeles sueltos y demás documentos históricos, todos inéditos y desconocidos, sobre la conquista militar, civilización cristiana, gobierno y administración de este archipiélago, escogidos en los archivos de sus conventos religiosos y establecimientos oficiales del estado y los pueblos".


La vida política de José Gutiérrez de la Vega y Moncloa estuvo estrechamente ligada al partido moderado. Fue diputado por Granada (Guadix,1857), Córdoba (Lucena, 1864) y Jaén (1884), según la información del Congreso de los Diputados. Fue Gobernador Civil de Granada (1864) y de Madrid (1865) y obtuvo el cargo de Gobernador político de La Habana (1867-1868) dependiente del Ministerio de Ultramar. Tras el derrocamiento de Isabel II abandona este último cargo y se dedica a recorrer Europa buscando apoyos en favor de la restauración borbónica. Sus últimos cargos públicos estuvieron en la administración de Filipinas (1890-1896).

En cuanto a su labor periodística, se inició en Sevilla, como redactor de El Independiente y de El Popular fundó la revista literaria La Giralda. y colaboró en diversos periódicos: El País y el Semanario Pintoresco Español. Fue Junto a Méndez Álvaro creador y editor de El León Español nacido en 1854 con el fin de defender el orden social y apoyar al Partido Moderado y fue colaborador habitual de El Contemporáneo principal órgano del mismo Partido, además de estar presente en publicaciones de información general y política de la época afectas al partido.


También la literatura ocupó un lugar notable que le valió su nombramiento de miembro de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras. Cultivó el cuento tradicional (Don Miguel de Mañara, publicado en 1851 en el Semanario Pintoresco Español) el libro de viajes, y realizó con frecuencia prólogos y artículos de crítica literaria y teatral. Parece que escribió una novela que no se ha conservado y quizás su mejor obra sea la crónica en dos volúmenes sobre el "Viaje a Italia con la expedición española" del año 1849 en apoyo del Papa, en la que Gutierrez de la Vega participó como cronista oficial de la expedición, nombrado por el diario conservador La Época, gracias a su buena relación con el entonces ministro de la Gobernación, Sr. Sartorius. En este viaje, como hemos comentado anteriormente, estuvo acompañado por su primo Francisco como pintor y dibujante.

Pío IX bendice a las tropas españolas en Gaeta el 28 de Mayo de 1849


La imagen del político José Gutiérrez de la Vega y Moncloa

El aspecto que aquí más nos interesa de este personaje es su imagen, por lo que puede suponer de elemento de clarificación respecto a la posible confusión con la imagen de su tío el pintor del mismo nombre (José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra), que hemos visto anteriormente. De José Gutiérrez de la Vega y Moncloa conocemos una serie de imágenes fidedignas de distintas épocas, tanto en pintura como en grabado y a través de diversas fotografías. Ello nos permite poder identificar sus retratos con escaso margen de error. Las imágenes más tempranas del político se deben precisamente a su primo Joaquín que realiza sendos retratos, uno pintado al óleo que se conserva en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, de la que era miembro, en el que aparece con la condecoración de la orden de Malta recibida, fechado en 1850 y con una inscripción que no deja lugar a duda sobre la identidad del personaje y otro es una litografía se conserva en la Biblioteca Nacional de España datada en 1851 

Joaquín G.de la Vega. Retrato de José Gutiérrez de la Vega Moncloa. RASBL  
Inscripción: José Gutiérrez de la Vega nació en Sevilla el 24 de agosto de 1824
Firmado: "A su querido primo/ Joaquín/ Madrid 1850"  
(Agradezco al profesor Serrera Contreras (US) el envío de la imagen que figura en el libro "Universidad de Sevilla. Personalidades", publicado en 2015)

"José Gutiérrez de la Vega se nos presenta como un caballero de elegante porte y grácil figura, con bigote, perilla y peinado a la moda romántica; ostentado sobre su pecho la cruz de Malta, condecoración que muy bien pudo ser añadida con el tiempo a la pintura. En el caso que nos ocupa el retratado se halla dentro de una orla decorada en cada uno de sus ángulos; así encontramos un escudo de armas familiar, una inscripción, una relación de libros pintados con sus títulos a la vista y la firma del autor con dedicatoria." (19)
Joaquín Gutiérrez de la Vega López. Retrato de José Gutiérrez de la Vega Moncloa.
 Litografía 1851. Biblioteca Digital Hispánica. BNE

Estos retratos ponen en relación su apariencia con el Retrato del Museo Nacional del Romanticismo pintado por Antonio María Esquivel mostrado anteriormente, catalogado como "Retrato del pintor José Gutiérrez de la Vega", cuya identificación debería ser modificada por "Retrato del [escritor] José Gutiérrez de la Vega [y Moncloa]."

A. M. Esquivel. Retrato del escritor José Gutiérrez de la Vega y Moncloa 
(Propuesta de identificación). 1855 Museo Romanticismo
Nota: El Museo del Romanticismo ha aceptado la identificación y 
ha modificado la información en ceres.mcu.es

Se conservan también fotografías de este escritor y político en diversas colecciones, algo más tardías, que nos aportan  imágenes indubitables que nos permiten ver la evolución del personaje.

Izq. Fotografía de José G. de la Vega del Archivo fotográfico del Ayto. de Madrid. 
Dcha. Imagen aparecida en un diario alemán. Der Weidmann de  Leipzig. 1899

Estas imágenes del personaje también permiten relacionarle con una obra de su tío el pintor homónimo que apareció hace algún tiempo en el mercado del arte.
José Gutiérrez de la Vega Bocanegra. 
Retrato de su sobrino el diputado del mismo nombre. 
Firmado y fechado en 1858

Volviendo, para terminar, al pintor principal de la saga José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra, como se ha señalado muere en Madrid en Diciembre de 1865 (acaban de cumplirse 150 años), dejando sin entregar un monumental cuadro de historia sobre la Coronación de San Fernando que ejecutaba por encargo de la casa real. A pesar de que nunca consiguió el deseado nombramiento de pintor de cámara "efectivo", que había obtenido en 1840 en calidad de "honorario", nunca lo dejó de solicitar. Esta falta de reconocimiento que quizá fuera la causa de que nunca entregase este cuadro por considerarlo inacabado, constituye una metáfora de la confusión y el descuido que han envuelto su figura desde entonces.

La Coronación de San Fernando, (3.20 x 2,10 mts.) 1852-1864
(Imagen facilitada por A. Jordán Reig, actual propietario de la obra)

Con esta imagen finalizamos el repaso de esta saga familiar y de su personaje central, José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra, que según Mendez Casal "es uno de los románticos más incomprendidos". Ya Lafuente Ferrari en 1959 y Hernández Perera en 1960, entre otros, consideraban necesaria una monografia del pintor, vacío que vino a llenar en su momento la biografía de 1978 escrita por Ana Mª Arias de Cossío, aunque a fecha de hoy necesitaría una amplia revisión como ya señalaba de la Banda y Vargas en 1991. El Marqués de Lozoya en su Hª del Arte Hispánico (1949) afirma de él que "Hubiera sido el favorito de las damas de la época si la absorbente política de los Madrazo no lo impidiese"; mientras el profesor Valverde asegura que "fue el retratista más cotizado, en unión de Esquivel, entre la clase media madrileña, ya que la clase alta estaba con los Madrazo". 

Por su parte la escritora y crítica de Arte Margarita Nelken opinaba que "Gutiérrez de la Vega es uno de los pintores más sugestivos de su época, al que se podría llamar pintor del alma ... ha dejado en sus lienzos el encanto de un ensueño melancólico, la imagen de una Andalucía grave y honda, bien distinta de la Andalucía de castañuelas.» 
(Gazette des Beaux-Arts, Octubre de 1913, pág. 335.)


Bibliografía consultada 
No es mi costumbre dedicar un apartado tan amplio a la bibliografía, que suelo incorporar entre líneas, pero en esta ocasión lo he considerado necesario por la abundancia y dispersión de los datos consultados y la dificultad de su localización que han convertido la redacción de esta entrada en una especie de rompecabezas en el que cada referencia y cada dato ha ido colocándose en el lugar que le corresponde con las dificultades derivadas de la homonimia de los personajes comentada al inicio del artículo.
1.- Gestoso y Pérez, J. Ensayo de un Diccionario de los Artífices que florecieron en esta ciudad de Sevilla desde el siglo XIII hasta el XVIII. 1899.
2.- Ramos Suárez, M.A. Una fotografía como fuente para la historia del arte. El desaparecido retablo de la Virgen de los Desamparados de Marchena (Sevilla) Laboratorio de Arte 26 (2014).
3.- González Gómez, J.M. El paso procesional de la Reina de Todos los Santos. Boletín Informativo de la Real, Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad Sacramental de Nª Sª Reina de Todos los Santos y Ánimas Benditas del Purgatorio. Feb.1994.
4.- Bernales Ballesteros, J. El sagrario de la Cartuja de las Cuevas.  Laboratorio de Arte, 1. (1988).
5.- Cartujo de la Defensión. La capilla del Sagrario de la Cartuja de Sta. María de las Cuevas. Separata Boletín XVIII de la RABASIH. 1990. 
6.- Madoz, P., Diccionario Geográfico-Estadístico Histórico de España. Tomo XIV. Madrid 1849.
7.- Valverde Madrid, J. En el centenario del pintor José Gutiérrez de la Vega. Arte Español, vol. XXV, 2.º fasc., Madrid, 1963-1967.
8.- Méndez Casal, A. El Romanticismo en la pintura española II. José Gutiérrez de la Vega. ABC 28.5.1922.
9.- Guerrero Lovillo, J. Los pintores románticos sevillanos. Archivo Hispalense. 1949
10.- Arias de Cossío, Ana María. José Gutiérrez de la Vega, pintor romántico sevillano. Madrid, Fundación Vega-Inclán, 1978.
11.- Durá Osea, V. Los premios de pintura del concurso general de la RABASF Año 1831. Butlletí de la RABASJ VII-VIII. 1993-1994.
12.- Banda y Vargas, A de la. Gutiérrez de la Vega y la Academia sevillana de Bellas Artes. RABASIH.1991. Sevilla
13.- Ossorio y Bernard, M. Galería Biográfica de Artistas Españoles del Siglo XIX
14.- Illán Martín, M. José Gutiérrez de la Vega López: Un pintor desconocido. Laboratorio de Arte 17. (2004).
15. Illán Martín, M. Retrato del General Azlor de Aragón.  Laboratorio de Arte 24 (2012)
16. Pérez Calero, E. La exposición Agrícola e Industrial y Artística de 1858. Laboratorio de Arte 9. (1996)
17.- Fradejas Rueda, J. M. José Gutiérrez de la Vega (1824-1900) Apuntes biográficos y bibliográficos. UNED. EPOS, XV (1999).
18.- Gutiérrez de la Vega, José: Viajes por Italia con la Expedición Española en 1849. 2 vol.
19.- Rodríguez Aguilar, I. e Illán Martín, M. La galería pictórica de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras. Boletín de la RASBL: Minervae Baeticae, Nº 31, 2003.
20.- Méndez Bejarano, M. Diccionario de escritores, maestros y oradores naturales de Sevilla. 1922.